|  Los principales frentes de negociaciones comerciales en los que participa 
        la Argentina siguen planteando signos de marcadas incertidumbres al comenzar 
        el 2007.  Una pregunta que cabe responder, es si se observan suficientes incentivos 
        en los protagonistas claves de los respectivos procesos negociadores - 
        sea en la Organización Mundial del Comercio (OMC), en el espacio 
        bi-regional Mercosur-Unión Europea y en el propio Mercosur - como 
        para que se produzcan avances significativos durante el resto del nuevo 
        año.  Esto es, si los beneficios que se perciben por cada uno de los protagonistas 
        principales como resultado de estas negociaciones, sean ellos de corto 
        o largo plazo, sean comerciales o sistémicos, compensan los costos 
        políticos que en el corto plazo implicaría avanzar, tomando 
        en cuenta, a la vez, los intereses nacionales afectados y las expectativas 
        y demandas mínimas de los otros protagonistas. Todo parecería indicar que ello no es así, especialmente 
        en el plano multilateral global de la Rueda Doha y en el bi-regional de 
        la proyectada asociación estratégica entre el Mercosur y 
        la Unión Europea. Por el momento, los intereses en juego parecen 
        inclinar el balance hacia un estancamiento prolongado de las negociaciones 
        o, en el mejor de los casos, hacia progresos graduales y lentos.  También en el espacio regional sudamericano y en el propio Mercosur, 
        es posible que sólo se observen avances a "cámara lenta", 
        que pueden no ser suficientes para evitar que se acentúe el deterioro 
        de su imagen en quienes tienen que tomar decisiones de inversión 
        productiva en función del mercado ampliado, o en terceros países 
        o bloques económicos, con quienes se aspira a concretar negociaciones 
        comerciales ambiciosas - como es el caso de la Unión Europea -. 
       Lo que ha trascendido en la prensa internacional sobre lo que ocurrió 
        en la Cumbre de Río de Janeiro, este 18 y 19 de enero, no parece 
        que necesariamente pueda revertir los interrogantes que se plantean sobre 
        la identidad, la eficacia y la legitimidad social del Mercosur (ver al 
        respecto nuestro análisis, previo a la Cumbre, en el Newsletter 
        del mes de diciembre y en el comentario titulado "Los interrogantes 
        que plantea el Mercosur", publicado en "El Cronista" del 
        16 de enero 2007; ambos textos pueden consultarse en www.felixpena.com.ar). Sin embargo, dada la actual dinámica de un contexto internacional 
        dominado por fuertes incertidumbres políticas, así como 
        la del propio contexto regional, todo pronóstico requiere ser sumamente 
        cauteloso. Incluso con respecto a las perspectivas pesimistas. Como ocurriera 
        en el 2001 con el lanzamiento de la Rueda Doha - tras la conmoción 
        producida por los atentados del 11 de septiembre -, la voluntad política 
        puede introducir cambios significativos en el curso de estos frentes negociadores.  La Rueda Doha en el ámbito de la OMC, sigue dominada por las 
        incertidumbres sobre su futuro inmediato. En los primeros días 
        de enero los pronósticos predominantes siguen siendo pesimistas. 
       Al menos en dos de los protagonistas centrales, los Estados Unidos y 
        la Unión Europea, se observa un cuadro mixto en cuanto a los incentivos 
        para negociar. Por un lado, en el corto plazo hay bajos incentivos - especialmente 
        políticos - para avanzar y, por el otro, existe la necesidad de 
        evitar asumir la responsabilidad de un eventual fracaso de la negociación 
        comercial multilateral con los consiguientes impactos en el propio sistema 
        de la OMC.  En Washington la agenda de las negociaciones comerciales internacionales 
        -especialmente en su componente agrícola - estará en los 
        próximos meses fuertemente supeditada a la campaña para 
        las elecciones presidenciales del 2008. Lo mismo está ocurriendo 
        en Francia en vísperas de las elecciones presidenciales del mes 
        de abril. Y ello repercute en Bruselas.  Lo cierto es que, más allá de las reiteradas declaraciones 
        favorables a retomar y culminar las negociaciones, no se han producido 
        aún pasos concretos en tal dirección. Se espera ahora que 
        el encuentro informal de 30 países, a nivel ministerial, en ocasión 
        de la reunión del World Economic Forum de Davos, en los últimos 
        días de este mes de enero, pudiera ser la ocasión para cambiar 
        el actual cuadro de estancamiento de la Rueda Doha.
 Pasados seis meses desde la suspensión de las negociaciones de 
        la Rueda Doha, en julio pasado, sólo se ha avanzado en los trabajos 
        técnicos y en el desarrollo de conversaciones en todos los niveles 
        políticos. Se considera que el mes de abril es casi la última 
        oportunidad para retomar las negociaciones a fin que ellas puedan concluirse, 
        o este año o al principio del próximo, si es que se obtiene 
        del Congreso americano la prórroga del Trade Promotion Authority 
        que vence en junio próximo. La posibilidad que Pascal Lamy, el 
        Director General de la OMC, presente una propuesta, aún parece 
        remota. Si no se aprovechara esta "ventana de oportunidad", 
        en la expresión del propio Lamy, lo más probable es que 
        las negociaciones sólo culminen en el 2009 o en 2010 (sobre la 
        situación actual de la Rueda Doha y sus perspectivas, ver "Doha: 
        Members sound more optimistic, but will it lead to anything?", en 
        Bridges Weekly Trade News Digest, volume 11, number 1, del 17 de enero 
        2007, en www.ictsd.org; ver también "Concluding the Doha Round. 
        The Reality Check", de Pradeep S. Mehta, Bipul Chatterjee y Pranav 
        Kumar, Briefing Paper, Publicación de CUTS International, Jaipur, 
        India, enero 2007, en www.cuts-citee.org/pdf/BP07-WTO-1.pdf; como así 
        también el artículo titulado "La Ronda Doha a fines 
        del 2006", del Embajador Néstor Stancanelli, en la Revista 
        del Centro de Economía Internacional - CEI - de la Cancillería 
        Argentina, nº 7, diciembre 2006, www.mrecic.gov.ar; para un análisis 
        desde la perspectiva de la nueva estrategia comercial global de la Comisión 
        Europea, ver el comentario de Simon Evenett, en WTO News from the Swuiss 
        Institute for International Economics and Applied Economic Research, University 
        of St.Gallen, nº 15, enero 2007, en www.wto-news.ch ).
 La composición del Congreso americano resultante de las elecciones 
        de noviembre no permite tener mucho optimismo con respecto a su actitud 
        frente a una eventual solicitud de prórroga del TPA por parte del 
        Presidente Bush, como tampoco sobre los alcances que puedan resultar del 
        tratamiento de la nueva Ley Agrícola - la actual Farm Hill vence 
        en septiembre próximo - e incluso de su aprobación de acuerdos 
        de libre comercio ya concluidos (por ejemplo, Colombia y Perú) 
        o en proceso de negociación, como es el caso de los de Corea, Tailandia 
        y Malasia.  Dada la suerte incierta de la Rueda Doha, cabe tener presente sin embargo, 
        que si bien la OMC es el ámbito multilateral global para negociar 
        aperturas de mercados y reglas de juego que disciplinan las relaciones 
        comerciales internacionales, su relevancia práctica trasciende 
        esa función.   Otras de sus funciones principales es asegurar una razonable transparencia, 
        especialmente en tres planos: las políticas comerciales de sus 
        países miembros, la concreción de acuerdos preferenciales 
        y el tratamiento de controversias comerciales. La OMC ha ganado en transparencia en los últimos tiempos. En parte 
        ello se debe a la creciente demanda de las sociedades civiles para superar 
        métodos medievales en la producción de reglas de juego que 
        inciden en el comercio mundial. Pero en mucho también se debe a 
        la existencia de una Secretaría que es, a la vez, independiente 
        y orientada por la voluntad de los que ya son 150 países miembros. Su página Web (www.wto.org), es un instrumento valioso para especialistas 
        y para la inteligencia competitiva de empresas expuestas al comercio internacional 
        - que por cierto, no son sólo las que exportan -. Pascal Lamy, 
        su actual Director General, la ha potenciado, incluso con la publicación 
        de sus sólidos análisis sobre cuestiones relacionadas con 
        el comercio y las negociaciones internacionales, pero también con 
        sus diálogos por Internet con quien quiera formularle preguntas 
        (el último "online chat" se realizó el pasado 
        18 de diciembre y su texto completo está en la página Web 
        de la OMC). Es un precedente que podría tomarse en cuenta en otras 
        organizaciones globales y regionales, e incluso en el plano de las políticas 
        comerciales nacionales.  Dos ejemplos recientes ponen de manifiesto la importancia de la OMC 
        para nuestro país. Uno es el de casos de solución de controversias 
        relevantes para el comercio exterior argentino. Son los de los artículos 
        tubulares para campos petrolíferos (con los EEUU), los productos 
        biotecnológicos (con la Unión Europea) y las bandas de precio 
        para ciertos productos agrícolas (con Chile) - sus textos completos 
        están en la página Web de la OMC -. Según información 
        oficial de la OMC en los últimos seis años, la Argentina 
        ha sido un protagonista activo del sistema de solución de controversias, 
        en 9 casos como demandante, en 16 como demandado y en 15 casos como tercera 
        parte.  El segundo ejemplo es el de la revisión de las políticas 
        comerciales. Los días 12 y 14 de febrero está programada 
        la de la Argentina. La Secretaría ya ha avanzado su informe preliminar 
        - puede ser consultado en la página Web de la OMC -. A la fecha 
        de conclusión de esta nota (20 de enero 2007), el informe del gobierno 
        argentino aún no había sido publicado. A su vez, los demás 
        países miembros podrán presentar sus observaciones. Todo 
        luego se publica.  Como periódicamente se efectúa la revisión de las 
        políticas comerciales de cada país miembro, se puede acceder 
        así a una valiosa información para las empresas que compiten 
        en mercados externos (los informes completos, tanto de la Secretaría 
        - incluyendo el reciente sobre la Argentina - como de los respectivos 
        gobiernos, el acta de la reunión y las cuestiones planteadas por 
        los demás países miembros, pueden encontrarse en la página 
        Web de la OMC, exámenes de las políticas comerciales: http://www.wto.org/spanish/tratop_s/tpr_s/tpr_s.htm).Por otro lado, no ha habido nuevos progresos en cuanto a las negociaciones 
        entre la Unión Europea y el Mercosur. Además de la percepción 
        que puede haber en Bruselas sobre el estado actual del Mercosur - especialmente 
        por el impacto de la incorporación de Venezuela - y más 
        allá de las declaraciones oficiales, las prioridades reales de 
        la Unión Europea no parecería incluir por el momento el 
        acelerar el proceso negociador biregional (ver en tal sentido, el último 
        Boletín del INAI, del 11 de enero 2007, en www.inai.org.ar, citando 
        una conferencia de Gustavo Idígoras, Agregado Agrícola en 
        la Unión Europea, pronunciada el 29 de diciembre pasado en la Sociedad 
        Rural Argentina; ver también nuestro análisis sobre "Unión 
        Europea, Estados Unidos y Mercosur", en "El Cronista" del 
        8 de noviembre 2006, incluido en www.felixpena.com.ar ).
 Un dato significativo al respecto es que las negociaciones bi-regionales 
        no fueron mencionadas en el Comunicado Conjunto de la reciente reunión 
        de Presidentes del Mercosur (ver su texto completo en la nota a la prensa 
        nº 26 del 19 de enero 2007, en www.mre.gov.br) .
 En el caso del Mercosur, tras la Cumbre de Río de Janeiro, los 
        días 18 y 19 de este mes de enero, es posible prever que los principales 
        avances del primer semestre de 2007 - bajo la Presidencia Pro-Tempore 
        del Paraguay - probablemente se concentrarán en la cuestión 
        de las asimetrías que afectan a Paraguay y a Uruguay y, en menor 
        medida, en la cuestión institucional. La cuestión de la 
        ampliación a nuevos miembros, quedó por el momento diluida.  La cuestión de las asimetrías se refleja en dos decisiones 
        adoptadas por el Consejo del Mercosur en su Trigésimasegunda Reunión 
        Ordinaria el 18 de enero (ver el texto completo de las normas aprobadas 
        por el Consejo, en notas a la prensa nº 21, en www.mre.gov.gr) . 
       Ellas son: 
        la Decisión CMC/06/07, que constituye un Grupo de Trabajo Ad 
          Hoc al nivel de Vice-Ministros, para conducir el proceso de puesta en 
          práctica de la Decisión CMC nº 34/06 - que había 
          sido aprobada en diciembre en la reunión del Consejo en Brasilia 
          y que contiene los lineamientos para el abordaje de la cuestión: 
          ver su texto en www.mercosur.org.uy - y para examinar propuesta específicas 
          que sean presentadas al respecto - hasta el momento se han avanzado 
          propuestas por Paraguay y Uruguay, cuyos textos se incluyen en el anexo 
          de la Decisión CMC/06/07 -. Este Grupo Ad Hoc comenzará 
          a funcionar en febrero y presentará sus resultados a una reunión 
          extraordinaria del Consejo en abril próximo, y
 
la Decisión CMC/08/07, que aprueba los primeros proyectos-piloto 
          a ser financiados por el Fondo de Convergencias Estructurales - FOCEM 
          - y a realizarse, especialmente, en Paraguay y Uruguay. Otro proyecto de Decisión sobre el tema, presentado por Brasil, 
        no fue aprobado. Quedó a la consideración del grupo de trabajo. 
        Se refería al doble cobro del arancel externo común, y hubiera 
        autorizado a los países socios que estén en condiciones 
        de hacerlo - como sería el caso del Brasil -, a anticipar la aplicación 
        de los dispositivos de la Decisión CMC/54/04 - ver su texto en 
        www.mercosur.org.uy -, considerando como originarios a los efectos del 
        cumplimiento del régimen de origen del Mercosur, a los productos 
        provenientes de Paraguay o del Uruguay, cuyos insumos o componentes importados 
        de terceros países cumplan con el arancel externo común. Con respecto al interés manifestado por Bolivia de adherir al 
        Mercosur - preservando su carácter de miembro de la Comunidad Andina 
        de Naciones -, se estableció un grupo de trabajo que deberá 
        presentar sus resultados en un plazo de seis meses, extensible a otros 
        seis meses, y que deberá examinar las modalidades de tal incorporación, 
        contemplando los intereses de todos los países.  Asimismo se trató la cuestión del cumplimiento de los 
        pasos previstos para la plena incorporación de Venezuela al Mercosur 
        - el Protocolo respectivo aún no ha sido ratificado por todos los 
        socios originarios -. Hasta el momento los plazos no se han cumplido. 
        Ellos se refieren a la incorporación de la normativa del Mercosur 
        al ordenamiento jurídico nacional de Venezuela, y a la adaptación 
        de sus aranceles y políticas comerciales. Al respecto, se acordó 
        concluir con las tareas previstas en el artículo 11 del Protocolo 
        de Adhesión, "en el más breve plazo posible" (Ver 
        párrafo 3 de la Declaración Conjunta de los Presidentes 
        mencionada más arriba).  Otras tareas pendientes significativas involucran la aprobación 
        del Código Aduanero del Mercosur y la revisión del Arancel 
        Externo Común.  Simultáneamente con la realización de la Cumbre, se confirmó 
        que Uruguay firmará con los Estados Unidos, un acuerdo de consultas 
        sobre comercio e inversiones (TIFA), que puede abrir la puerta a una futura 
        negociación de un tratado de libre comercio (TLC). Como se señaló 
        en el anterior Newsletter (ver www.felixpena.com.ar), el texto que se 
        firmaría tienen un alcance y contenido muy similar al firmado por 
        el Mercosur con Washington en 1991, y conocido como el "4+1".  Por lo demás, en ocasión de la Cumbre, fue instalada en 
        el viejo Palacio Itamaraty, el secretariado de la Comunidad Sudamericana 
        de Naciones (CASA).  Un hecho cargado de futuro que conviene seguir con atención, 
        es el fallo de la Cámara Nacional de Apelaciones en lo Contencioso 
        Administrativo Federal - Sala V, en el caso Sancor CUL (TF 18476 - A) 
        C/DGA, del 14 de septiembre, sobre la constitucionalidad de los derechos 
        de exportación que se aplican en la Argentina en el comercio con 
        los países miembros del Mercosur (Con respecto a los derechos de 
        exportación en el Mercosur y su compatibilidad con el Tratado de 
        Asunción, ver los artículos de Ernesto C.Barreira, "Los 
        derechos de exportación y el tráfico intrazona del Mercosur", 
        publicado en el Suplemento Comercio Exterior de "La Nación", 
        el 26 de diciembre de 2006; de Alejandro Daniel Perotti, "Anotaciones 
        preliminares sobre la incompatibilidad entre el ordenamiento jurídico 
        del Mercosur y las disposiciones nacionales sobre derechos a las exportaciones, 
        publicado en Revista Jurídica El Derecho, tomo 201, ed. Universidad 
        Católica Argentina, Buenos Aires, Argentina, 2003, págs. 
        991-997. [ED 201, 991-997 (2003)], y de Félix Peña, "Polémica 
        en las normas del Mercosur", con motivo de derechos de exportación 
        al tabaco aplicados por el Brasil, en Suplemento Comercio Exterior de 
        La Nación, del 22 de enero de 2002). |