|  En la actualidad se pueden percibir al menos tres desafíos que 
        tienen una incidencia en la eficacia de la participación argentina 
        en el comercio internacional. Se relacionan con la definición de 
        una estrategia que sea consensuada y sustentable para la inserción 
        internacional del país en el mundo y en su propia región. Uno de los desafíos se relaciona con las condiciones de la gobernanza 
        del propio país. Tras las últimas elecciones nacionales 
        realizadas el año pasado, ello es más claro aun especialmente 
        por sus impactos en las estrategias y políticas que inciden en 
        el funcionamiento de la economía y de las relaciones internacionales 
        del país. El otro desafío tiene que ver con la calidad del necesario diagnóstico 
        que el país requiere tener sobre las condiciones que inciden en 
        la competitividad de los bienes y servicios con los que se aspira a competir 
        en el resto del mundo. Es un diagnóstico que puede demandar frecuente 
        actualización para preservar su adaptación a los cambios, 
        especialmente tecnológicos, que se suelen operar continuamente, 
        incluyendo los que impactan en las condiciones para acceder y competir 
        con bienes y servicios en otros países.  Y el tercer desafío se relaciona con la capacidad y vocación 
        que el país demuestre tener para instalar una visión de 
        largo plazo sobre su inserción en el mundo, e incluso en cada una 
        de sus respectivas regiones. Ello implicaría una aproximación 
        estratégica, que sea compartida por amplios sectores de la respectiva 
        sociedad, sobre la inserción del país a escala global, con 
        énfasis especial en la región sudamericana y en cada una 
        de las regiones con una mayor relevancia actual y futura en la competencia 
        internacional por mercados y recursos. Tales desafíos requieren una cooperación entre los sectores 
        que inciden en las relaciones comerciales internacionales del país 
        y, en especial, el gubernamental (incluyendo en un país federal 
        como es la Argentina, a sus respectivos gobiernos locales), el económico 
        y social (incluyendo las instituciones que reflejan las visiones e intereses 
        de las empresas y de los trabajadores), y el del pensamiento orientado 
        a la acción (incluyendo las instituciones académicas y las 
        que inciden en la visión social sobre la competencia internacional 
        en la perspectiva del país, y en particular, los medios de prensa). En nuestro Newsletter mensual del pasado mes de junio señalamos 
        que pondríamos énfasis en los próximos meses en el 
        abordaje que el país realice sobre estos tres desafíos y 
        sus efectos en la estrategia de inserción internacional del país, 
        incluyendo otros que puedan ponerse en evidencia más adelante. 
       En esta oportunidad abordaremos una de las cuestiones relevantes para 
        la estrategia de inserción de la Argentina en el sistema de comercio 
        internacional global, cual es la del grado de inoperancia actual del órgano 
        de solución de controversias de la Organización Mundial 
        del Comercio (OMC).  La Décimo Tercera Conferencia Ministerial de la OMC (CM13) concluyó 
        el 2 de marzo 2024 en Abu Dabi (Emiratos Árabes Unidos). Se había 
        iniciado el pasado 26 de febrero y debía concluir el 29, pero fue 
        necesario extender la reunión dos días más. Los 163 
        países miembros con un total de 4.000 altos funcionarios participantes, 
        deliberaron en torno a una agenda de cuestiones relevantes para el comercio 
        internacional (ver la documentación e información de la 
        CM13 en la página web de la OMC, que contiene referencias a múltiples 
        fuentes de información con los antecedentes de la Conferencia, 
        incluyendo la cuestión relacionada con el sistema de solución 
        de controversias y en particular, sobre los desarrollos posteriores a 
        la crisis que se produjo en el año 2018, cuando se paralizó 
        la renovación de nuevos miembros para el órgano de apelación). La Declaración Ministerial de la CM13 estableció un programa 
        de reformas orientado al futuro de la OMC. Incluye la renovación 
        del compromiso de lograr un sistema de solución de controversias 
        que sea plenamente operativo y "que funcione debidamente para este 
        año" (ver el texto de la Declaración Final de la Conferencia 
        de Abu Dabi).  El texto publicado -en ingles- al concluir la Conferencia dice lo siguiente: 
        "The Ministerial Conference decides as follows: - Recalling our commitment 
        made at our Twelfth Session to conduct discussions with the view to having 
        a fully and well-functioning dispute settlement system accessible to all 
        members by 2024, we take note of the works done thus far; - We recognize 
        the progress made through this work as a valuable contribution to fulfilling 
        our commitment. We welcome all submissions from Members that help advance 
        our work; - We instruct officials to accelerate discussions in an inclusive 
        and transparent manner, build on the progress already made, an work on 
        unresolved issues, including issues regarding appeal/review and accessibility 
        to achieve the objective by 2024 as set forth at MC12".  Analizar y debatir las ideas que se incluyan en las iniciativas que se 
        plantearán, debería ser entonces una prioridad para la actividad 
        en el plano académico de nuestro país.
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