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    | Grupo de trabajo patrocinado 
      por el CARI | 15 de octubre de 1979 |  
   
    | La Argentina y el proceso de reestructuración de la Asociación 
        Latinoamericana de Libre Comercio (ALALC) |   
    |  |  
   
    |   | Informe elaborado por el Grupo de Trabajo sobre "La Argentina 
        en el proceso de reestructuración de la ALALC" por encargo 
        del Comité Ejecutivo del Consejo Argentino para las Relaciones 
        Internacionales. El Grupo de Trabajo estuvo integrado por los doctores Roberto T, ALEMANN, 
        Carlos C. HELBLING y Jorge WEHBE. El Doctor Félix PEÑA fue 
        el coordinador técnico y el relator del Grupo de Trabajo. Para el desarrollo de los estudios técnicos que permitieron 
        elaborar el informe se contó con la valiosa colaboración 
        del Banco de la Nación Argentina. Las opiniones vertidas en este informe son las de los miembros del 
        Grupo de Trabajo y no comprometen al Consejo Argentino para las Relaciones 
        Internacionales ni a sus integrantes. |  
   
    | INDICE DEL PRESENTE TRABAJO INTRODUCCIÓN PRIMERA PARTELos resultados de la ALALC para la Argentina
 SEGUNDA PARTERecomendaciones sobre la partcipación de la Argentina en el proceso 
        de reestructuración de la ALALC
 ANEXOLas tendencias económicas de varios países de la ALALC.
 |  
   
    | NOTA En la elaboración de este informe, además de las experiencias 
        y opiniones de los miembros del Grupo de Trabajo, se toma, ron en cuenta 
        elementos de juicio contenidos en otros estudios y los resultantes de 
        consultas que se efectuaron a distintos expertos y a miembros del Consejo. Los estudios consultados, han sido entre otros los siguientes: 
         ALALC, Secretaría, "Eficacia del programa de liberación 
          y estructura del comercio intrazonal" (CEP/SEM.I. dt, 1, 24 de 
          mayo de 1979).
 
 ALALC, Secretaría, "Aptitud de la actual estructura de 
          la ALALC para impulsar el proceso de integración económica 
          regional" (CEP/SEM.IV/ dt.3, 29 de mayo de 1979).
 
 ALALC, Secretaría, "Armonización de políticas 
          e instrumentos comerciales" (CEP/ SEM.-III /dt. 2., 15 de mayo 
          de 1979).
 
 ALALC, Secretaría, "Aspectos financieros y monetarios, 
          fiscales e infraestructura" (CEP/SEM. III/art. 4, 15 de mayo de 
          1979).
 
 GARCÍA MARTÍNEZ, Carlos " Aptitud de la actual 
          estructura de la ALALC para impulsar el proceso de integración 
          económica regional" (CEP/SEM. IV/dt. 1, 15 de mayo de 1979).
 
 CEPAL, "El programa de liberación comercial y su relación 
          con la estructura y las tendencias del comercio zonal" (CEP/SEM. 
          1/dt. 2, 22 de mayo de 1979).
 
INTAL, "Bases para la reestructuración de la ALALC". 
          Buenos Aires, agosto de 1979.
 La sección B. de la Primera Parte sobre "La Argentina en 
        la ALALC", fue elaborada sobre la base de datos del INDEC y de Servicios 
        de Estadísticas de la ALALC, por el economista Martín Arocena. El anexo sobre "Las tendencias económicas de varios países 
        de la ALALC", fue elaborado por encargo del Grupo de Trabajo, por 
        el Dr. Javier Villanueva, Director del Instituto Di Tella. |  
   
    | INTRODUCCIÓN La última Conferencia de las Partes Contratantes de la ALALC, 
        reunida en Montevideo en noviembre de 1978, aprobó la Resolución 
        370 (XVIII) por la cual se encomienda al Comité Ejecutivo Permanente 
        de la Asociación, la realización de una serie de estudios 
        sobre temas que deberán ser finalmente considerados en una reunión 
        extraordinaria de alto nivel, y luego en una reunión del Consejo 
        de Ministros, a fin de pro ceder a la reestructuración de la ALALC. 
        Todo este proceso deberá concluir al promediar 1980. Se ha iniciado así, entre los países y dentro de cada uno, 
        un debate conducente a reestructurar la Asociación a fin de adaptar 
        sus principios, normas y mecanismos a las exigencias actuales de las relaciones 
        de integración y de cooperación entre los países 
        miembros, Un debate en el cual es fácil prever que los países 
        tendrán en cuenta sus otros compromisos internacionales (GATT, 
        relaciones bilaterales) y regionales (SELA, Grupo Andino, relaciones bilaterales); 
        la estructura de su comercio exterior; sus políticas económicas 
        (en especial las vinculadas al sector externo); y en fin, el valor que 
        le atribuyen a la región como ámbito político y económico 
        de su política exterior. Para la Argentina, el ámbito de 
        los países miembros de la ALALC ha sido y es particularmente importante 
        en la proyección externa de su economía. En 1977, las exportaciones 
        a la zona representaron el 23,61 de las exportaciones totales del país. 
        Entre 1961 y 1977 nuestro comercio zonal arrojó un superávit 
        acumulado de 1.300 millones de dólares. La mayoría de los 
        países de la ALALC se encuentran entre los veinte principales compradores 
        de productos argentinos. Esta importancia relativa aumenta si se toma 
        en cuenta solo al sector industrial. Si se compara la situación de 1960 con la de 1976, se observa, 
        en cambio, que a la vez que la zona creció en importancia para 
        el país (en 1960, por ej. la ALALC sólo significaba el 15,81 
        de nuestras exportaciones totales), éste perdió importancia 
        comercial relativa en la zona. De una participación del 33,51 en 
        las exportaciones intrazonales de 1960 se deseen dio al 241 en 1977. Por 
        otro lado, si bien la zona absorbe el 23,6% de nuestras exportaciones 
        totales (1977), lo que exportamos a la zona significa solo el 3,21 de 
        las importaciones totales de los otros diez países (1977). La Argentina 
        compra el 2,81 de lo que la zona exporta (1977) y el 22,1% de lo que los 
        demás países exportaron a la zona (1977). En 1962, comprábamos 
        el 2,3% de lo que la zona exportaba, y el 43,5% de las exportaciones de 
        los demás países a la zona. Se constata, sin embargo, que 
        si bien la importancia de la Argentina ha disminuido en términos 
        relativos, sigue siendo un país de primera magnitud en la economía 
        y en el intercambio de la región. Estos y otros datos sobre el valor actual y potencial del ámbito 
        económico cubierto por la ALALC para la Argentina, y del valor 
        de nuestro país para el conjunto y para cada uno de los países 
        miembros de la zona, deben ser considerados si se quiere precisar la importancia 
        real del tema de la reestructuración de la ALALC, y nuestro poder 
        de negociación a fin de lograr qué las reglas de juego del 
        comercio y de la cooperación e intrazonal contemplen los intereses 
        nacionales del país. Lo cierto es que América Latina es 
        una región que entrará a la década del 80 con una 
        población de mas de 350 millones de habitantes, con un producto 
        bruto superior a los 500 millones de dólares, con exportaciones 
        de más de 60 mil millones de dólares, en rápida industrialización 
        y con abundantes recursos básicos. El país tiene en ella 
        una posición privilegiada, lo que acrecienta sus posibilidades 
        y también sus responsabilidades en el esfuerzo conjunto del desarrollo 
        regional. Sus aportes pueden ser valiosos, si se considera además 
        que todos los índices de progreso social colocan al país 
        en una primera posición dentro de la región. Por otro lado, la crisis económica mundial y los cambios que se 
        están operando en el sistema económico internacional y en 
        sus reglas de juego e instituciones, han de tener una incidencia significativa 
        en la determinación del valor estratégico de la región, 
        para los países que la integran y para otros, desde un punto de 
        vista tanto económico como político. A su vez, el país ha adquirido una gran experiencia en el manejo 
        de sus relaciones económicas multilaterales y bilaterales en el 
        ámbito zonal. Han transcurrido casi veinte años de la ALALC, 
        y es posible evaluar lo que ha funcionado y lo que ha fracasado, a fin 
        de extraer conclusiones válidas para el futuro. Los países 
        miembros de la ALALC han desarrollado, dentro o al margen de la Asociación, 
        múltiples medios para canalizar sus interacciones económicas, 
        tanto en el plano multilateral, como en el bilateral, el subregional, 
        y el sectorial. Y lo mismo ha ocurrido en el plano de las relaciones entre 
        operadores económicos. Existe de hecho un mayor pluralismo de en 
        foques y de medios en cuanto a la integración, que a la vez que 
        puede ser más funcional a las diversidades de política y 
        situaciones nacionales, requiere de un mínimo de visión 
        de con junto y de un serio esfuerzo de compatibilización, si se 
        desea evitar una mayor fragmentación económica de la región. 
        Es quizás en torno a este punto donde se produce la convergencia 
        de las consideraciones técnicas y de las políticas en lo 
        que se ha denominado el proceso de reestructuración de la ALALC. Los mecanismos de liberación comercial de la ALALC han agotado 
        su eficacia y parece existir consenso entre los miembros sobre la necesidad 
        de renovarlos. La idea de la integración regional como suma de 
        esfuerzos parciales, compatibles entre sí y convergentes hacia 
        un objetivo de alcance global, también ha sido reconocida en la 
        práctica desde que los países miembros de la ALALC aceptaran 
        los acuerdos de complementación industrial tal como los reglamentara 
        la resolución 99, y los acuerdos subregionales a través 
        de la resolución 222 y de la declaración de compatibilidad 
        del Grupo Andino. Parece en tal sentido justa la aspiración de 
        completar la adaptación de la estructura jurídica de la 
        ALALC para que sean aceptadas otras modalidades de acción parcial, 
        tan válidas y legítimas como las antes mencionadas. Desde que en la década de los treinta se concluyeron importantes 
        convenios comerciales con países vecinos, el país ha demostrado 
        con hechos su interés por la cooperación regional, y su 
        apego a fórmulas realistas y sólidas que permitan una aproximación 
        gradual a los objetivos de la integración regional o Desde entonces 
        todos los gobiernos han mantenido una línea de participación 
        activa en las relaciones de cooperación e integración basada 
        en el interés nacional, en el respeto a la independencia de todos 
        los países, cautelosa frente a iniciativas que forzaban las condiciones 
        objetivas determinadas por la realidad en cada momento histórico, 
        y alimentada con un espíritu de identidad regional. Se manifiesta 
        en el papel desempeñado por el país en los esfuerzos que 
        en los años cincuenta se desarrollan para sentar las bases de la 
        integración regional; en el desempeñado en la creación 
        de la ALALC; en la participación en el origen y el funcionamiento 
        de la CECLA; en el apoyo sin retaceos brindado a la idea de la integración 
        subregional y a la creación y posterior funciona, miento del Grupo 
        Andino; en la iniciativa de establecer la Cuenca del Plata; en la participación 
        decisiva que le cupo cuando fue creado el SELA; y en la compleja red de 
        convenios de cooperación económica y de comercio que vinculan 
        al país con los países de la región. El actual gobierno, siguiendo esa tradición nacional, ha adoptado 
        una posición activa en el proceso de reestructuración de 
        la ALALC, a través de pronunciamientos del propio Presidente de 
        la Nación al visitar la sede de la Asociación en junio de 
        1977; del Ministro de Relaciones Exteriores, en particular, en ocasión 
        de la visita del entonces Canciller a la sede de la Junta del Acuerdo 
        de Cartagena en marzo de 1978; y más recientemente al anunciar 
        la posición oficial del país con respecto a los alcances 
        y modalidades de la reestructuración., en la declaración 
        leída ante el Comité Ejecutivo Permanente de la ALALC por 
        nuestro representante permanente, el 5 de junio de 1979, Esa declaración 
        aporta ideas concretas, basadas en la experiencia pasada, en los requerimientos 
        de acción futura, y en el interés nacional, con respecto 
        a cómo debe reestructurarse la Asociación. El Consejo Argentino para las Relaciones Internacionales, le ha atribuido 
        una importancia particular al estudio global de las relaciones del país 
        con los otros países latinoamericanos, y para ello ya ha encarado 
        la organización de un Comité de Estudio integrado por personas 
        de gran experiencia en la materia. Pero teniendo en cuenta el carácter 
        específico del tema de la participación de nuestro país 
        en el proceso de reestructuración de la ALALC, y la incidencia 
        que puede tener en las relaciones económicas bilaterales con algunos 
        de los países y grupos de países de la región, se 
        decidió patrocinar la constitución-de un Grupo de Trabajo 
        para que lo examine, y para que elabore un informe con recomendaciones 
        concretas. El Grupo de Trabajo patrocinado por el Consejo Argentino para las Relaciones 
        Internacionales presenta su informe, como una contribución técnica 
        que aspira sea de utilidad práctica a todos los sectores interesados 
        en la participación nacional en la ALALC. |  
   
    | PRIMERA 
        PARTESección A: "Los resultados de la ALALC para la Argentina"
 SECCIÓN A.Resultados de la ALALC
 I. Evolución del comercio intra- ALALC 1. El comercio intrazonal ha experimentado un fuerte crecimiento entre 
        1962 y 1977, superior al del comercio exterior total de los países 
        miembros de la ALALC, en ambos casos medido el crecimiento en dólares 
        corrientes. En dicho período, las exportaciones intrazonales aumentaron 
        de 547 millones de dólares en 1962 a 5685 millones: de dólares 
        en 1977, o sea diez veces más, en tanto que las exportaciones totales 
        aumentaron de 7.715 millones de dólares a 40.285 millones de dólares 
        o sea cinco veces más. El crecimiento de las exportaciones a la 
        zona es sustancialmente mayor en el caso de Bolivia (60 veces más). 
        Brasil (20); Colombia (40); Ecuador (50); México (20) y Uruguay 
        (20) (ver 
        cuadro n°1). 2. La importancia relativa de la zona en el comercio exterior total de 
        los países miembros también ha aumentado. En 1962,1a zona 
        representaba el 7,11 de las exportaciones totales y el 9% de las importaciones, 
        en tanto que en 1977 esos porcentajes son del 14,11 y 13.6° a respectivamente. En 1962, la zona significaba más del 10% de las exportaciones 
        totales de solo dos países (Argentina, 12,71; Paraguay 32,61), 
        y más del 20% de las de sólo uno (Paraguay 32,6%). En 1977, 
        por el contrario, la zona significa más del 10% de las exportaciones 
        totales de diez países (Argentina, 24,51; Bolivia, 26,61; Brasil, 
        12,2%; Colombia, 14,9%; Chile, 23%; Ecuador 21,4%; México, 10,2%; 
        Paraguay, 26,9%; Perú 13,8% y Uruguay 24,8%), y más del 
        20% para seis países. Por el lado, de las importaciones la situación 
        es casi similar, (ver 
        cuadros n°1 a 5) 3. El comercio intrazonal de productos industriales ha experimentado 
        un crecimiento sustancial en relación al comercio global intrazonal. 
        En 1961, las exportaciones de manufacturas re presentaron el 22,4% de 
        las exportaciones intrazonales, y en 1972 (último año para 
        el que se disponen de estadísticas completas para todos los países 
        miembros), alcanzaron al 46,1%. En 1977, este porcentaje es superior en 
        el caso de los países más industrializados de la zona: Argentina, 
        53%; Brasil, 66.7%; Colombia, 70,9% (en 1976); Chile, 50.8% (en 1975); 
        México,75,8% (en 1974) (ver 
        cuadro n°6). Entre 1961 y 1977 las exportaciones de manufacturas 
        a la zona aumentaron más de 30 veces para la Argentina, de 20 veces 
        para Brasil, de 60 veces para Colombia, y de 30 veces para México. 
        También se ha producido un cambio significativo en la composición 
        de las exportaciones intra zonales de manufacturas: la relación 
        en 1961 era de 47,4%(tradicionales), 22,4% (intermedias) y 25,8% (metalmecánica), 
        en 1972, era de 17,6% , 27,1% y 48,7% respectivamente. En 1977, el 50,81 de las exportaciones de manufacturas de la Argentina 
        eran metalmecánicas, y en el caso del Brasil, el 67,1% (ver 
        cuadro nº 7) 4. Se ha operado un cambio sustancial en la participación relativa 
        de cada país y de distintos grupos de países en el comercio 
        intrazonal, según se puede observar en el cuadro siguiente: 
         
          |  | 1953 | 1960 
              * | 1969 
              **  | 1977 |   
          | Argentina | 39,5 | 37,6 | 29,4 | 19,8 |   
          | Arg., 
              Br., Méx. | 70,8 | 66,2 | 56,5 | 50,5 |   
          | Arg., 
              Br. | 70,3 | 64,9 | 51,4 | 44,9 |   
          | Arg., 
              Ch., Urug. | 57,2 | 57,8 | 46,2 | 33,8 |   
          | Arg., 
              Ch., Urug., Br., Bol., Par. y Perú | 96,5 | 96,1 | 78 | 70,6 |   
          | Grupo 
              Andino | - | - | 24,7 | 33,8 |   
          | Cuenca 
              del Plata | - | - | 58,1 | 54 |   
          | * 
            Año en que se firma el Tratado de Montevideo ** Año en que se firma el Acuerdo de Cartagena
 |  Se observa una clara tendencia a la disminución de la participación 
        relativa de la Argentina, del grupo de países de mayor desarrollo, 
        y del grupo de países más vinculado comercialmente a la 
        Argentina y que tuvieran en 1960 un rol decisivo en la creación 
        de la ALALC. Sin embargo, aún mantienen una participación 
        significativa en el comercio intra zonal. Por otro lado, ha crecido la 
        importancia relativa del Grupo Andino que tomado en conjunto ocupa en 
        1977 una posición superior a la de la Argentina y a la de Brasil 
        (ver 
        cuadro n°8). 5. Los resultados del intercambio han sido tradicionalmente favorables. 
        para la Argentina (salvo en 1975), Brasil (a partir de 1970), Bolivia 
        (a partir de 1971), Colombia (a partir de 1970), Ecuador (a partir de 
        1973), México (salvo 1973/75), y Venezuela (salvo 1976/77); y desfavorables 
        para Chile (salvo en 1975/76), Paraguay (a partir de 1971), Perú, 
        y Uruguay (salvo en 1974), (ver 
        cuadro n°9). II. Mecanismos preferenciales de la ALALC y comercio intrazonal 6. El otorgamiento de concesiones en las listas nacionales se estanca 
        prácticamente a partir de 1969, año en el que ya se habían 
        otorgado el 96,71 de las concesiones vigentes en 1979 (ver 
        cuadros n°10 y 11). 7. Por el contrario, la actividad negociadora se vuelve más intensa 
        en relación a los acuerdos de complementación industrial, 
        habiendo aumentado sustancialmente su número entre 1969 y 1977 
        (de 7 a 25 acuerdos), así como el número de concesiones 
        negociadas en cada acuerdo y en sus protocolos adicionales. En 1979, el 
        número de concesiones vigentes en los acuerdos de complementación 
        era de 30576 frente a 11.242 en las listas nacionales. Sin embargo, cabe 
        recordar que los acuerdos de complementación están concentrados 
        en pocos sectores (industrias química; electrónica y eléctrica; 
        y máquinas de oficina, de calcular y de procesamiento de datos), 
        y en pocos países (Argentina, Brasil, México, y en menor 
        medida, Chile, Uruguay y Venezuela). (Ver 
        cuadros n°12 y 13). 8. En el caso de las ventajas no extensivas a los países de menor 
        desarrollo económico relativo, se habían otorgado 7.162 
        concesiones al 31 de diciembre de 1978, de las cuales Paraguay recibió 
        5.303 (74% del total); Ecuador recibió .361(19% del total) y Bolivia recibió 498 (7% del total). Los principales 
        países otorgantes son Brasil, 1794 concesiones (25%) Argentina, 
        1412 concesiones (19.7%) y México, 1353 concesiones (18,9%).
 Estas concesiones fueron efectuadas en su mayor parte en los primeros 
        años de funcionamiento de la Asociación: Ecuador había 
        recibido el 731 de las concesiones en 1963; Paraguay, el 87% en el mismo 
        año; y Bolivia, el 76% en 1968 (ver 
        cuadros n° 14 y 15). 9. Solo un porcentaje muy reducido de ítems NABALALC negociados 
        en listas nacionales registran comercio, fluctuando dicho porcentaje en 
        el período 1965-1977 entre el 25 y el 30%. En el caso de los ítems 
        negociados en las listas de ventajas no extensivas, el porcentaje de los 
        que registran comercio ha sido en 1977 (y similar en años anteriores), 
        de 303% para Bolivia de 3,8% para Ecuador; y de 3.4% para Paraguay, (ver 
        cuadros 16 y 17). 10. El porcentaje de comercio de productos negociados se ha reducido 
        de 77.9% de las importaciones intrazonales en 1962 a sólo el 43.3% 
        en 1 977. El porcentaje más elevado fue alcanzado en 1966 con el 
        88.9% (ver 
        cuadros n°18 y 19). Del comercio negociado, el porcentaje principal ha correspondido siempre 
        al de productos incluidos, en las listas nacionales, siendo del 88,2% 
        en 1977. Para el mismo año, los productos incluidos en acuerdos 
        de complementación representan el 6,6% del comercio negociado, 
        y los de listas de ventajas no extensivas, el 5,2% (ver 
        cuadros n°20 y 21). 11. Sin embargo, una mayor desagregación de los datos sobre comercio 
        intrazonal permite observar que en 1976, el comercio de productos negociados 
        representó más del 50% de las importaciones a. la. Argentina, 
        al. Brasil y a México, originadas en casi todas las demás 
        Partes Contratantes; y más del 501 de exportaciones al Brasil (94,11) 
        de la Argentina; a la Argentina (56,2%), y a México (88,2%) del 
        Brasil; a la Argentina (99,91) Chile (61,3%), y México (85,6%) 
        de Colombia; a la Argentina (74,5%) al Brasil (98,11), a Colombia (67,2%), 
        a México (77,7%), y al -Paraguay (77,4%), de Chile; a la Argentina 
        (99,9%), al Brasil (99,8%), a México (53,7%), y al Paraguay (70%) 
        del Ecuador; a la Argentina (96%), al Brasil (89,2%) a Colombia (62,5%), 
        a Chile (64%) y al Paraguay (51,5%), de México; a la Argentina 
        (92,4%), al Brasil (98,9%), a Colombia (93,3%), a Chile (65,2%) al Ecuador 
        (91%), a México (72,7%), y al Perú (74,2%) del Paraguay 
        ; a la Argentina (65,5%), a Colombia (73,4%), a Chile (51,3%) y México 
        (83,9%) del Perú; y al Uruguay (85,9%) y Colombia (93,5%) del Uruguay 
        (cuadro 
        n°18) o sea que en un número significativo de casos las 
        relaciones entre pares de países estaban aún concentradas 
        en un porcentaje superior al 50% en productos negociados, Son excepciones, 
        las exportaciones de Bolivia y Venezuela como consecuencia de la importancia 
        que en las mismas tienen el gas y el petróleo. Para comprender la verdadera incidencia del comercio negociado en el 
        conjunto del comercio intrazonal habría que considerar también 
        el comercio generado por los mecanismos preferenciales del Grupo Andino, 
        que ha sido en 1977 de 660 millones de dólares (incluyendo el petróleo 
        que significó el 45% de ese valor). Pero es fundamental tener presente que los datos sobre comercio-negociado, 
        son sólo indicativos de una correlación entre corrientes 
        de comercio y concesiones, sin que señalen necesariamente que la 
        corriente de comercio de un ítem determinado se explique por la 
        existencia de una concesión. Otras variables inciden en la explicación 
        de corrientes de comercio en un item determinado entre un par de países: 
        tasas de cambio, márgenes de preferencia efectivos, condiciones 
        de financiamiento, estímulos a la exportación y costos de 
        transporte. No existen estudios suficientemente exhaustivos como para 
        poder determinar el peso relativo de estas variables en el comercio intrazonal 
        de productos negociados y no negociados. Por otro lado, los cambios operados en las políticas arancelarias 
        de varios de los países miembros han contribuido a erosionar los 
        márgenes de preferencia negociados en el marco de la ALALC (ver 
        cuadros n°21, y 22), y ese hecho torna más relativa la 
        correlación que se puede establecer entre producto negociado y 
        corriente de comercio. 12. La no aplicación de restricciones cuantitativas a los productos 
        negociados, también puede contribuir a facilitar las corrientes 
        de comercio intrazonales, en particular en el caso de aquellos países 
        que utilizan - o utilizaban - sistemas de licencias previas, o han impuesto 
        medidas tales como los depósitos previos por dificultades de balanza 
        de pagos. 13. Habiéndose dejado de lado en la práctica el objetivo 
        de conformar una zona de libre comercio, y habiéndose transformado 
        de hecho la ALALC en un sistema limitado de preferencias, su evaluación 
        debe efectuarse según haya sido su capacidad para generar nuevas 
        corrientes de comercio e inversiones en función del mercado ampliado 
        por las preferencias. En otros términos, y dejando de lado la preferencia 
        como instrumento de promoción de comercio de corto plazo (excedentes 
        y faltantes), el costo de discriminar frente a terceros se justifica en 
        última instancia en la medida que la ampliación del mercado 
        de lugar a una expansión de la capacidad productiva en condiciones 
        de eficiencia tales que permitan, pasado un plazo, competir sin necesidad 
        de preferencias. La eficiencia sustituye gradualmente a la preferencia 
        y a los otros mecanismos que se pueden utilizar para estimular corrientes 
        de comercio. Los estudios realizados sobré la eficacia del sistema preferencial 
        originado en el Tratado de Montevideo, tanto por la Secretaría 
        Ejecutiva de la ALALC como para la CEPAL, permiten apreciar sus efectos 
        positivos para superar la declinación del intercambio comercial 
        que se observaba hacia fines de la década de los 50, para asegurar 
        un ritmo de crecimiento superior al del comercio global, y para producir 
        una diversificación del intercambio con una participación 
        del comercio de manufacturas sensiblemente superior a la del comercio 
        global. La correlación que existe entre comercio intrazonal y concesiones 
        otorgadas, si bien declinante en los últimos años, permite 
        también inferir que los márgenes de preferencia han contribuido 
        al menos para originar corrientes de comercio. Pero como se señaló 
        antes, no existen suficientes elementos de juicio como para ponderar el 
        efecto real de las preferencias en relación al de otros factores 
        que también pueden haber incidido en las decisiones del operador, 
        como ser las paridades cambiarlas, los costos del transporte y los estímulos 
        a las exportaciones. También debe tenerse en cuenta que parte del 
        comercio intrazonal se canaliza a través de organismos estatales 
        y que en tal caso el efecto del arancel suele quedar neutralizado. Existen 
        otros casos en que el intercambio es encuadrado en arreglos de naturaleza 
        especial que derivan de decisiones nacionales y que no son producto de 
        la existencia del sistema de la ALALC tal como ha ocurrido con el intercambio 
        compensado en el sector automotriz entre algunos países. Las características del sistema preferencial de la ALALC, y la 
        relativa inestabilidad de las aperturas de mercado negociadas, así 
        como los rasgos principales del proceso de industrialización en 
        los principales países de la zona durante la década de los 
        sesenta, explican que no se puedan observar efectos significativos de 
        las preferencias zonales en las decisiones de inversión en el sector 
        industrial. Como señala Javier Villanueva en su estudio sobre "Las 
        tendencias económicas de varios países de la ALALC" 
        que se publica como anexo a este informe, "la estrategia de "substitución 
        de importaciones" en "la medida en que resultó exportadora, 
        fundamentalmente dio origen a un cierto comercio intra-latinoamericano, 
        importante, pero sofocado por la falta de complementariedad y por la tortuosidad 
        de los acuerdos con que estuvo relacionado. En cambio, la industrialización 
        "exodirigida" que lograra adelantos substanciales en algunos 
        países de la región, quedo en buena medida concentrada en 
        el comercio con los más desarrollados con los que las complementariedades 
        comerciales resultaban más definidas (intra- empresa o entre países)". 
        Sólo los acuerdos de complementación en la medida que están 
        vinculados a especializaciones intra-empresas (o eventualmente inter-empresas) 
        parecen haber tenido una mayor incidencia en las decisiones de inversión. 
        Las deficiencias de la ALALC para estimular el desarrollo industrial ha 
        sido más evidente en el caso de los países de mercado insuficiente 
        y de menor desarrollo económico relativo, y explica el hecho que 
        estos hayan planteado en forma más nítida su insatisfacción 
        con los resultados logrados por la Asociación, y que un grupo de 
        ellos haya decidido encarar a nivel subregional una experiencia de integración 
        con características muy diferentes. III. Otras medidas adoptadas en la ALALC y vinculadas con el comercio 
        intrazonal. 14. La acción de la ALALC en materia de liberación arancelaria 
        ha sido complementada por acciones en el campo estadías tico y 
        aduanero, en el de coordinación de políticas y armonización 
        de instrumentos comerciales, en el desarrollo e intercambio agropecuarios, 
        en el de la cooperación financiera, en el del transporte y en el 
        de la cooperación empresarial. Estas acciones constituyen un aporte valioso de la Asociación 
        para facilitar y promover las relaciones comerciales entre los países 
        miembros, y sus efectos trascienden al ámbito más limitado 
        del intercambio de productos negociados.Corresponde destacar del conjunto de acciones mencionadas, las siguientes:
 
         
        a. Los progresos alcanzados en la compilación y suministro 
          de datos estadísticos sobre el comercio intrazonal, si bien los 
          resultados distan aún de ser satisfactorios en cuanto al grado 
          de actualización de la información; b. La elaboración de una nomenclatura propia de la Asociación, 
          la NABALALC, y la armonización de las nomenclaturas nacionales, 
          así como la permanente tarea de actualización y perfeccionamiento 
          que se desarrolla en esta materia. c. La promoción de reuniones sectoriales, cuyos efectos 
          directos se ha manifestado en la preparación de acuerdos de complementación 
          industrial, y en el establecimiento de un intensa red de contactos entre 
          los empresarios de la zona, fuente a su vez de efectos indirectos en 
          la promoción de negocios y acciones de cooperación empresarial 
          del establecimiento de un sistema multilateral de pagos y créditos 
          recíprocos, que es un mecanismo de compensación establecido 
          en 1965 para facilitar los pagos derivados de las corrientes de comercio 
          recíproco, y reducir las transferencias de divisas entre los 
          países participantes. El sistema multitaleral de pagos es acompañado 
          de una red de convenios de créditos recíprocos entre los 
          bancos centrales de los países miembros de la ALALC, y de la 
          cual participa también la República Dominicana. Las operaciones 
          realizadas a través del mecanismo de compensación multilateral 
          de saldos alcanzaron en 1977 a cerca de 4.000 millones de dólares, 
          y se estima que cubren más del 75% del comercio intrazonal. El 
          monto total de las líneas ordinarias de créditos establecidas 
          en virtud de los convenios bilaterales ascendía, al 31 de diciembre 
          de 1978, a los 180 millones de dólares, y las líneas adicionales 
          a 263 millones de dólares. También se concertó un acuerdo multilateral para la atenuación 
        de diferencias transitorias de liquidez en la balanza de pagos, conocido 
        como Acuerdo de Santo Domingo, que cuenta en la actualidad con recursos 
        por valor de 175 millones de dólares, y al que han recurrido un 
        número creciente de países en los últimos años. IV. Desarrollos paralelos a la ALALC. 15. Las relaciones bilaterales continúan siendo el ámbito 
        donde se concretan medidas conjuntas por pares de países para iniciar, 
        regular e intensificar el intercambio de bienes y otras acciones de cooperación 
        económica, así como aquellas referidas al campo técnico 
        y cultural, que también pueden tener una incidencia, en particular 
        de largo plazo, sobre las relaciones comerciales. La ALALC no sustituye 
        las relaciones bilaterales, sino que constituye un marco multilateral 
        con reglas de juego precisas en cuanto a los aspectos preferenciales en 
        las relaciones entre los países miembros. La regla de juego central 
        del sistema multilateral es la cláusula de la nación más 
        favorecida prevista por el artículo 18 del Tratado, y que en la 
        práctica significa que toda preferencia comercial que no sea parte 
        del programa de liberación o de algunos de sus instrumentos auxiliares, 
        se extiende automáticamente a todos los países miembros, 
        aunque tal no haya sido la intención de quienes negociaron la preferencia. 
        De tal modo, la posibilidad actual de otorgar preferencias comerciales 
        en el ámbito de las relaciones bilaterales se limita a aquellas 
        hipótesis expresamente previstas en el Tratado, en sus instrumentos 
        derivados o en resoluciones expresas de las Partes Contratantes. De hecho 
        tales hipótesis han sido las del tráfico fronterizo (excepción 
        clásica al tratamiento incondicional de más favor), la de 
        las ventajas no extensivas a países de menor desarrollo económico 
        relativo, y más recientemente, las de las ven tajas recíprocas 
        autorizadas dentro del marco de los convenios que han celebrado con el 
        Uruguay, la Argentina y el Brasil, Formalmente, sería posible, 
        además celebrar convenios de unión aduanera y de unión 
        económica entre dos países en el marco de la resolución 
        222 que regula la celebración de acuerdos subregionales. Salvo esta limitación en cuanto al elemento preferencial de un 
        acuerdo bilateral, la existencia de la ALALC no inhibe la posibilidad 
        de celebrar entre los países miembros, todo tipo de acuerdos bilaterales, 
        cualquiera que sea su forma y contenido. En la práctica, los países 
        miembros de la ALALC han celebrado entre sí numerosos acuerdos 
        bilaterales, de promoción del intercambio, de cooperación 
        económica e industrial, de financiamiento, de suministro de mediano 
        y largo plazo, e incluso de integración fronteriza. En algunos 
        casos, como entre la Argentina con Chile, y también con el Uruguay, 
        se han utilizado incluso mecanismos de intercambio compensado en el sector 
        automotriz de efectos sumamente positivos. La limitación de la cláusula de la nación más 
        favorecida, y el hecho que no se hayan contemplado instrumentos ágiles 
        para su flexibilización, han obstaculizado el empleo de medidas 
        preferenciales en el marco de los acuerdos bilaterales. A su vez, el temor 
        a retornar a una situación en el comercio intrarregional similar 
        a la existente antes de la firma del Tratado de Montevideo, caracterizada 
        por una compleja red de convenios bilaterales de comercio y de pagos basados 
        en la compensación, explica la prudencia con que se ha legislado 
        en la materia desde la creación de la ALALC. 16. En el período de funcionamiento de la ALALC, se ha producido 
        un desarrollo significativo de los sistemas de transporte y comunicaciones 
        en la región. En particular, en el área del cono sur la 
        construcción de puentes y caminos constituye un aporte apreciable 
        al comercio intrazonal, y repercutirá en una mayor utilización 
        del transporte terrestre de carga. También tienen una gran incidencia 
        en las corrientes de intercambio y en la integración de las economías, 
        la realización de grandes obras hidroeléctricas como las 
        que están en construcción y proyectadas en el ámbito 
        de la Cuenca del Plata. 17. La acción en la región de empresas de servicios e industriales 
        constituye un hecho que se ha ido acentuando en los últimos años, 
        en parte como consecuencia de la expansión del comercio originada 
        entre otros factores por la existencia de la ALALC. En el sector bancario 
        se observa la multiplicación de acuerdos de corresponsalía 
        entre los bancos de la zona, facilitados por la existencia del mecanismo 
        de pagos de la ALALC También se observa el aumento del número 
        de agencias y sucursales de bancos de los países miembros en otros 
        países de la zona. En 1965 sólo tres bancos tenían 
        sucursales en otros países. En 1978, son siete los bancos que tienen 
        sucursales y ha aumentado el número de sucursales por cada uno. 
        El Banco de la Nación Argentina ha establecido agencias o sucursales 
        en los otros diez países miembros de la ALALC, y el Banco do Brasil 
        en seis. Se manifiesta una mayor actividad de empresas de servicios técnicos 
        y de construcción de un país miembro en alguno de los otros. La construcción de grandes obras de infraestructura física 
        y de energía en varios de los países miembros ha facilitado 
        el intercambio de experiencias adquiridas por firmas de ingeniería 
        y de construcción. La participación de una firma brasilera 
        en la construcción de una presa hidroeléctrica en Venezuela, 
        acordada en 1978, constituye un ejemplo de una tendencia que puede suponerse 
        se acentuará en el futuro. Las inversiones directas en otros países de la región, 
        originadas en países miembros de la ALALC, en su mayor par te para 
        la constitución de empresas conjuntas, se ha intensificado en los 
        últimos años. Un estudio del INTAL realiza, do en 1977 identifica 
        más de doscientos casos de empresas conjuntas latinoamericanas. La transferencia de tecnología y la venta de plantas llave en 
        mano constituye otra modalidad de proyección externa de empresas 
        de los países miembros de la ALALC. Según datos de 1979, 
        la casi totalidad de las ventas de plantas llave en mano de empresas argentinas 
        se han destinado a otros países latinoamericanos.Estos hechos, si bien no pueden ser directamente imputados a la existencia 
        de la ALALC, ponen de manifiesto la importancia que ha adquirido el mercado 
        regional para los empresarios de los países miembros y la complejidad 
        que han alcanzado en la actualidad las relaciones económicas en 
        la región.
 18. Si bien desde el punto de vista formal y en su origen, el Grupo Andino 
        ha estado vinculado a la ALALC, sus características y la evolución 
        que ha tenido en los últimos años, justifican que se lo 
        pueda considerar como un desarrollo paralelo al de la Asociación, 
        Compuesto por cinco países miembros, de la ALALC, su comercio recíproco 
        representó en 1977 el 15% del comercio zonal. Los mecanismos de desgravación y de programación sectorial 
        son propios y se diferencian claramente de los mecanismos preferenciales 
        de la ALALC. La declaración de compatibilidad del Acuerdo de Cartagena 
        con el Tratado de Montevideo, efectuada en 1969, constituyó el 
        reconocimiento explícito de la estrategia de integración 
        regional a través de acciones parciales convergentes hacia un objetivo 
        común. El Sistema Económico Latinoamericano (SELA) creado en 1975 por 
        los países latinoamericanos, incluyendo a la totalidad de Los miembros 
        de la ALALC, es el resultado de la voluntad de institucionalizar mecanismos 
        de cooperación frente a terceros-,-sustituyendo de tal forma a 
        la CECLA-, y mecanismos flexibles de cooperación intrarregional. Entre sus funciones se encuentran las de promover empresas y proyectos 
        conjuntos, acciones de cooperación en el campo industrial y agrícola, 
        el apoyo a los países de menor desarrollo económico relativo, 
        y la convergencia de los distintos procesos de integración regional. 
        La existencia del SELA brinda por lo tanto un marco institucional que 
        puede resultar apropiado para promover acciones de cooperación 
        económica que se complementen con aquellas que en el plano comercial 
        y de la complementación industrial desarrolla la ALALC. Los países de la Cuenca del Plata han establecido a partir del 
        Tratado de Brasilia firmado en 1969, un mecanismo de cooperación 
        para el desarrollo del espacio compartido, que constituye un complemento 
        a las acciones de integración económica originadas en la 
        propia ALALC y en los entendimientos bilaterales.  V. Antecedentes sobre la reestructuración de la ALALC 19. La resolución 370 (XVIII), aprobada por la Conferencia de 
        las Partes Contratantes de la ALALC, celebrada en noviembre de 1978, aprobó 
        los procedimientos que deben conducir a la reestructuración de 
        la ALALC. Se previo la realización de seminarios en los que debía 
        efectuarse el diagnóstico de lo que ocurrió en la ALALC 
        y acerca de su situación actual, y de grupos de trabajo para examinar 
        la proyección futura de la Asociación. Concluida dicha etapa, 
        que se desarrollo entre los meses de junio y septiembre de 1979, se prevé 
        que el Comité Ejecutivo Permanente deberá establecer un 
        programa de tareas y de negociaciones a cumplirse, el que incluirá 
        la convocatoria de una Conferencia Extraordinaria de alto nivel gubernamental, 
        la cual deberá consolidar los acuerdos indispensables para alcanzar 
        la reestructuración de la ALALC. Todo el proceso deberá 
        culminar con la convocatoria al Consejo de Ministros a fin de que se reúna 
        a más tardar el 31 de julio de 1980. 20. Los países miembros de la ALALC han encarado en otras oportunidades 
        la revisión de los mecanismos originados en el Tratado de Montevideo. 
        Los intentos realizados entre 1965-1967 y que culminan con ,la reunión 
        de Cancilleres celebrada en Asunción en agosto de 1967, y en las 
        denominadas negociaciones colectivas realizadas entre 1974 y 1975, concluyeron 
        en fracasos debidos a la falta de acuerdo sobre los alcances de las modificaciones 
        a introducir al sistema de la ALALC. En 1969 se aprobó el Protocolo 
        de Caracas que introdujo modificaciones al Tratado de Montevideo, en cuanto 
        al compromiso de integrar una lista común, al ritmo de desgravación 
        arancelaria a. través de las listas nacionales y al vencimiento 
        del período de transición para el perfeccionamiento de la 
        zona de libre comercio, que fue extendido hasta-el 31 de diciembre de 
        1980. 21. Las características del mecanismo de liberación arancelaria 
        y la posibilidad de introducir mecanismos de liberación automáticos, 
        la utilización de la programación industrial sectorial a 
        través de modificaciones al sistema de acuerdos de complementación; 
        y la estructura institucional de la Asociación, constituyeron tres 
        temas centrales en todos los esfuerzos anteriores de revisión del 
        Tratado de Montevideo. 22. El reconocimiento de acciones parciales de integración con 
        la participación de sólo algunos de los países miembros, 
        constituye la innovación principal que los asociados introdujeron 
        al sistema de la ALALC. Si bien la idea de un avance gradual y por aproximaciones 
        parciales estuvo presente en los planteos de la CEPAL anteriores a la 
        firma del Tratado de Montevideo, recién en 1964 con la aprobación 
        de la resolución 99, los países miembros aceptaron que las 
        ventajas otorgadas por los participantes en un acuerdo de complementación 
        industrial no se extendieran sin previa compensación a las demás 
        Partes Contratantes. En 1967, se dio otro paso en el reconocimiento formal 
        de las acciones parciales, cuando se aprobó la resolución 
        222 que regula el funcionamiento de los acuerdos subregionales dentro 
        del marco de la Asociación. Esta resolución sirvió 
        de base legal, dentro del sistema jurídico de la ALALC, al Acuerdo 
        de Cartagena que se firmó en 1969. Y en 1975, la resolución 
        354, autoriza temporalmente al Uruguay a otorgar ventajas no extensivas 
        a la Argentina y el Brasil, constituyendo esta resolución una nueva 
        innovación en materia de acciones parciales, ya que hasta entonces 
        las ventajas no extensivas sólo se podían otorgar a los 
        países de menor desarrollo económico relativo. En las negociaciones 
        colectivas de los años 1974-75, se habían considerado los 
        acuerdos por pares y grupos de países, y el régimen de empresas 
        bi y plurinacionales, como un nuevo reconocimiento de modalidades de acción 
        parcial dentro del marco global del Tratado de Montevideo. 23. De acuerdo a las posiciones adelantadas por las Partes Contratantes, 
        los temas fundamentales en juego en el proceso de reestructuración 
        que se ha iniciado parecen ser los siguientes:  
        a. Función de la ALALC en las relaciones de integración 
          y cooperación de América Latina; b. Características y alcances de los mecanismos preferenciales;
 c. Características y alcances de los mecanismos de complementación 
          industrial;
 
 d. Tratamiento especial para los países de menor desarrollo 
          económico relativo;
 
 e. Situación del denominado "patrimonio histórico 
          de la ALALC", (preferencias ya otorgadas en los distintos mecanismos 
          de liberación, y en particular, en las listas nacionales); y
 
 f. Mecanismo institucional y función de la Secretaría.
 
 24. De no mediar una prórroga del período de transición 
        establecido en el artículo 2° del Tratado de Montevideo (y 
        modificado por el Protocolo de Caracas), y de no producirse la reestructuración 
        buscada, la situación jurídica de la ALALC sería 
        la siguiente a partir del 1° de enero de 1981: 
        a. El Tratado de Montevideo seguiría vigente y se mantendría 
          el organismo internacional que creó; b. No se podría seguir negociando en el marco de las listas 
          Racionales y de la lista común, pero se mantendrían las 
          concesiones otorgadas en las primeras, así como los distintos 
          mecanismos vinculados con la preservación de sus efectos o con 
          salvaguardas; c. Sería posible continuar con la negociación de acuerdos 
          de complementación industrial pero solo en la medida que se modifique 
          previamente la resolución 99 (IV) en cuanto los vincula con el 
          período de transición; d. No habría problemas con respecto a la sustentación 
          jurídica, en el marco de la ALALC, del Acuerdo de Cartagena y 
          se podrían celebrar nuevos acuerdos subregionales en base a la 
          resolución 222 (VII); e. Se podría seguir utilizando el sistema de ventajas no extensivas 
          para los países de menor desarrollo económico relativo 
          , y también podrían mantenerse acuerdos como los celebrados 
          por la Argentina y el Brasil con el Uruguay (resolución. 354/XV); f. Para el comercio intrazonal no cubierto por los instrumentos cuyos, 
          efectos preferenciales perdurarían o que se mantuvieran vigentes, 
          regiría la cláusula de la nación más favorecida 
          del artículo 18; y g. para los demás mecanismos del Tratado no se observan dificultades 
          para continuar operando como hasta el presente, salvo en el caso de 
          las disposiciones sobre comercio agrícola (art, 29).  CUADROS ESTADÍSTICOS
 Los cuadros números 1,2,6,7,9,12,15,16,17,18,20 y 23, han sido 
        extraídos del documento CEPAL "El programa de liberación 
        comercial y su relación con la estructura y las tendencias del 
        comercio zonal" (CEP/SEM, 1/dt, 2, 22 de mayo de 1979).
 Los cuadros números 3,4,5,8,10,11,13,19,21 y 22, han sido extraídos 
        del documento ALALC, Secretaría, "Eficacia del programa de 
        liberación y estructura del comercio intrazonal"(CEP/ SEM 
        1/ dt. 1, 24 de mayo de 1979. El cuadro n° 14, pertenece al documento ALALC, Secretaría 
        "El sistema de apoyo a los países de menos desarrollo económico 
        relativo " (anexo estadístico) (CEP/SEM. Il/dt. 2.1, 20 de 
        junio de 1979). Ver 
        todos los cuadros estadísticos |  
   
    | SECCIÓN B.La Argentina en la ALALC
 I. Evolución del comercio exterior de Argentina con la ALALC 
        y con el mundo 1. Las exportaciones de Argentina a los 10 países que, junto con 
        ella, integran la ALALC, se multiplicaron por 9.5 veces, medidas en dólares 
        corrientes, en el período comprendido entre 1957 y 1977 y sus importaciones 
        desde el resto de la ALALC, crecieron 3.4 veces en el mismo período 
        (ver 
        cuadro 1). 2. En lo que respecta al comercio argentino con el resto del mundo, las 
        exportaciones crecieron 5.6 veces en tanto que las importaciones se multiplicaron 
        por 3.2, siempre entre los dos años citados (ver 
        cuadro 1). 3. Si se deducen las ventas de trigo y las compras de petróleo 
        que representaban el 50 % y el 44% respectivamente del comercio de Argentina 
        con los países de la zona en 1957, se obtiene que las exportaciones 
        crecieron 17,3 veces y las importaciones 4.1 veces, en el período 
        comprendido entre los años indicados (ver 
        cuadro 4). 4. Las exportaciones con los países de la ALALC significaban el 
        14% o 7% del total de las ventas argentinas en 1957. Esta relación 
        se redujo al 12.7% en 1962, año en que entraron en vigencia las 
        primeras concesiones. A partir de entonces la relación alcanzó 
        a más del 24% en 1972 y 1977. Las importaciones desde el área 
        también declinaron respecto al total en el período 1957/62. 
        A partir de entonces se revirtió la tendencia; en 1967 las compras 
        en la zona representaron el 23.1% del total, constatándose un importante 
        incremento en la mayoría de los países con excepción 
        de Perú y de Venezuela (este último junto con Bolivia acababa 
        de ingresar a la ALALC). La relación se redujo al 19.6% en 1972 
        y alcanzó al 23.6% en 1977 (ver 
        cuadro 2). 5.En 1957 Argentina tuvo déficit con seis de los 10 restantes 
        países que hoy integran la ALALC. Dicho desbalance significó 
        el 44% del total del déficit comercial con el mundo para ese año 
        y superó en cinco millones de dólares a las exportaciones 
        a1 área. El déficit con la mayoría de los países 
        se fue gradualmente transformando en fuerte superávit. En 1977 
        solamente se registró un déficit considerable con Bolivia 
        atribuible a las compras de gas natural y otro pequeño con Ecuador, 
        en tanto que se obtuvieron elevados superávit con Chile, Brasil 
        y en menor medida con los demás países (ver 
        cuadro 3). El superávit de ese año con la zona alcanzo al 281 de las 
        exportaciones a la misma y el 26% del balance favorable global con el 
        mundo. 6. En resumen, del análisis de las cifras globales se nota a) 
        un crecimiento mucho mayor de las ventas argentinas a la zona que el correspondiente 
        a las importaciones; b) el mercado zonal ha ido creciendo en importancia 
        relativa para la Argentina tanto en lo referente a las exportaciones como 
        a las importaciones, aunque en éstas con altibajos; c) el país 
        era deficitario con la mayoría antes de iniciarse la ALALC y actualmente 
        presenta altos superávit con casi todos los países de la 
        zona (ver 
        cuadro 3). II. Diversificación del comercio Argentina/ALALC 7. El número de productos de exportación a la zona, de 
        más de u$s 100.000,- pasó de 105 en 1957 a 1.159 veinte 
        años después. En el mismo período, los productos 
        importados por valor superior a la suma citada, pasaron de 68 a 444 o 
        sea, los productos exportados se incrementaron once veces y los importados 
        seis y media (ver 
        cuadro 5). 8. Desagregando los totales según el grado de elaboración 
        de los productos, en el período considerado las exportaciones de 
        productos primarios crecieron tres veces, las de semimanufacturas 14 y 
        las de productos manufacturados 28 veces. Con respecto a las importaciones 
        las cifras respectivas muestran ritmos de crecimientos menores: 2.6, 8.7 
        y 15.2 veces. 9. Considerando los distintos grupos de países que integran la 
        ALALC se observa:  
        a) En el caso de los países de menor desarrollo económico 
          relativo el número de productos exportados e importados crecieron 
          a un ritmo parecido al total de la Zona. Esta afirmación también 
          es válida para las tres categorías de productos. En el 
          caso de Uruguay, este país ha incrementado notablemente sus ventas 
          de manufacturas y semimanufacturas a la Argentina durante los últimos 
          años, como consecuencia de convenios especiales firmados entre 
          ambos países. Si se excluye a Uruguay del grupo, la tendencia 
          de las importaciones crece: más lentamente que, el total de la 
          ALALC; b) si consideramos a los países de mercado insuficiente, el 
          número de productos exportados creció mucho más 
          que el de los importados. Esta constatación se acentúa 
          para el caso de las. semimanufacturas y más aún para las 
          manufacturas que se multiplican por 54 en el caso de los productos exportados 
          y solamente por tres en el de los importados,  c) Para Brasil y México se observa un crecimiento mayor en el 
          número de productos importados que en las exportaciones. Estas 
          tendencias se acentúa en la medida en que aumenta el grado de 
          elaboración de los productos. Sin embargo el hecho de que se 
          parte de un año base con un número escaso de productos 
          comercializa dos, especialmente en lo relativo a las importaciones, 
          puede llevar a interpretaciones incorrectas, por lo tanto conviene comparar 
          los ritmos de crecimiento con las cifras totales como se hará 
          a continuación. III. Composición del comercio Argentina/ALALC 10. En 1957 el 59$ de los productos que se exportaban por valor superior 
        a. los u$s. 100.000.-, eran primarios, el 16% semielaborados y el 25% 
        restante manufacturados. Veinte años después se nota una 
        clara tendencia hacia la reversión de esa estructura; en efecto, 
        en 1977 los tres grupos representaron respectivamente el 16%, 21% y 63%, 
        Se aprecia la particular incidencia que han pasado a tener las exportaciones 
        de manufacturas en el total de ventas al resto de la ALALC (ver 
        cuadro 5). En los productos importados el cambio ha sido similar pero no tan acentuado: 
        56, 25 y 19% para los tres grupos de productos en 1957 y 23, 33 y 44% 
        en 1977. 11. En general, el cambio en la composición del comercio de Argentina, 
        con los tres grupos de países que conforman la ALALC, ha sido similar 
        al que se describe en el numeral anterior, acentuándose la proporción 
        de ventas de manufacturas y semimanufacturas en el caso de los países 
        de menor desarrollo y de mercado insuficiente en tanto que en las importaciones 
        desde esos países tienen menor peso relativo las manufacturas y 
        los productos semielaborados que en el caso de las compras a Brasil y 
        México. 12. En resumen: a) durante el período analizado se produjo una 
        tendencia al crecimiento tanto de las exportaciones como de las importaciones 
        en todos los grupos de productos; b) la tendencia se hizo más acentuada 
        en relación con el grado de elaboración de los productos; 
        c) igual fenómeno sucedió con las importaciones aunque el 
        crecimiento fue más lento que en las exportaciones;d) en general se puede afirmar que las ventas de productos manufacturados 
        crecieron más rápidamente en el caso de los países 
        de menor desarrollo; e) actualmente predominan los productos manufacturados 
        y semielaborados en las ventas a la Zona y otro tanto sucede con las compras; 
        f) estas comprobaciones se acentúan en el caso de los países 
        de menor desarrollo en lo que respecta a las exportaciones y en los países 
        más desarrollados en relación con las importaciones.
 IV. Orientación por países 
        del comercio Argentina/ALALC (ver Cuadro 
        2 y Cuadro 
        7) 13. El principal cambio que se detecta en la importancia relativa de 
        los distintos países en lo que respecta a las exportaciones, es 
        el relacionado con la lenta pero firme diversificación de los mercados 
        del área en 1957 los seis países que representaban los menores 
        porcentajes (Bolivia, Colombia, Ecuador, México, Uruguay y Venezuela), 
        significaron el 11 o 7 % de las ventas Argentinas a la Zona. En cambio, 
        esa relación alcanzó al 36,4% en 1977 0 Por el contrario, 
        Brasil, Chile, Paraguay y Perú que absorbían el 88.31 de 
        las exportaciones en el año base, disminuyeron su participación 
        relativa al 63.61 en 1977. El país que presenta un cambio más 
        pronunciado es Brasil que al principio del período considerado 
        significaba más de la mitad del mercado de la ALALC para Argentina, 
        en tanto que en 1977 solamente representa una tercera parte.La disminución significativa del país que más comercia 
        con Argentina en la Zona, avala la afirmación de que se está 
        diversificando dicho mercado.
 14. Desde el punto de vista de las importaciones se produce un fenómeno 
        similar si se excluye a Venezuela, debido a que las compras a este país 
        han tenido una variación relativa decreciente como consecuencia 
        de la menor importación del petróleo y sus derivados 15. En resumen, la Argentina aumentó sus exportaciones y sus importaciones 
        con todos los países, pero en forma relativamente mayor con quienes 
        menos comerciaba antes de la ALALC La tendencia mencionada es sostenida 
        aunque lenta y en consecuencia no se han producido cambios radicales en 
        la participación de los países, con la excepción 
        de Brasil en las exportaciones, señalada anteriormente. 16. En el cuadro 
        7 se observa que durante todo el período, las exportaciones 
        a los países limítrofes alcanzaron a representar más 
        de las tres cuartas partes de las ventas a la ALALC, con excepción 
        del año 1967, en que la relación se situó ligeramente 
        por debajo. Sin embargo, esta concentración presenta una tendencia 
        de creciente que se explica por la diversificación de mercados 
        mencionada anteriormente. Por el contrario, las importaciones de la Zona muestran una marcada tendencia 
        a concentrarse en los países contiguos. Esto se explica por la 
        disminución de las importaciones de petróleo y derivados 
        desde Venezuela y las compras de gas boliviano en los últimos años. 
        Si se excluyen estos dos productos la tendencia sería la opuesta 
        ya que lentamente se va incrementando la participación relativa 
        de Colombia, Ecuador y México en las importaciones. Sin embargo, a pesar de la tendencia señalada, el comercio de 
        importación continúa concentrado, al igual que el de exportación, 
        en su gran mayoría en los países limítrofes. Las 
        ventas a los países andinos tienden a incrementar su participación 
        relativa a partir de los inicios de la ALALC, en tanto que las compras 
        de ese origen presentan altibajos que en 1977 se explican por las compras 
        de gas a Bolivia. Brasil y México presentan tendencias opuestas analizados individualmente; 
        pero cabe señalar que la participación de Brasil continúa 
        siendo determinante en ambas manos del comercio. Los países de mercado insuficiente evolucionaron, en sus relaciones 
        comerciales con Argentina, en forma similar a los del Grupo Andino y los 
        de menor desarrollo relativo muestran una creciente participación 
        en las exportaciones y en las importaciones en el último año 
        por las razones ya comentadas. V. Tasas de crecimiento del comercio con la ALALC y con el resto del 
        mundo 17. El cuadro 
        8 demuestra que el comercio con la ALALC creció más 
        aceleradamente respecto al registrado con el resto del mundo, tanto en 
        las exportaciones como en las importaciones. Las ventas a la Zona, calculadas en dólares corrientes, en 1977 
        se multiplicaron más de ocho veces con respecto a 1960, año 
        inmediato anterior a la vigencia de la ALALC. En igual período, 
        las exportaciones al resto del mundo crecieron 4,7 veces. Del lado de las importaciones se obtuvo un crecimiento de 4,9 veces para 
        la Zona y de 3 veces para el resto del mundo, en el mismo período. 
       VI. Comercio de Argentina con la ALALC 
        y con el resto del mundo, de productos manufacturados, según principales 
        capítulos NAB 18. Cuadros 
        9A a 9 O En estos cuadros figuran los capítulos más representativos 
        de las exportaciones de manufacturas de Argentina a la ALALC y al resto 
        del mundo. Las exportaciones hacia la ALALC constituyen en todos los casos, más 
        del 50% de las ventas de estos productos. Por el contrario, las importaciones 
        provienen, en su gran mayoría, del resto del mundo. Esto demuestra 
        que la Zona ha tenido una gran importancia como mercado para la promoción 
        de las exportaciones manufactureras, en tanto que el mercado argentino 
        no ha absorbido importaciones de estos productos en igual proporción. Estas afirmaciones son válidas para los tres años seleccionados, 
        en los que ya estaba vigente la ALALC. Sin embargo, se destaca que las exportaciones de estos productos a Brasil 
        y México y, en algunos capítulos, a Uruguay y Chile, son 
        similares a las importaciones provenientes de esos países. En cambio, las exportaciones de estas manufacturas a los países 
        de mercado insuficiente y a los de menor desarrollo relativo, en la gran 
        mayoría de los casos, superan ampliamente a las importaciones. VII. Principales productos comercializados 19. En los cuadros 
        1l y 12, se comparan los principales productos de exportación 
        e importación de Argentina con los demás países de 
        la ALALC en 1960 y 1977. Se puede apreciar que los productos tradicionales continúan ocupando 
        los principales lugares. Sin embargo, productos manufacturados no tradicionales 
        han pasado a ocupar ubicaciones importantes especialmente en las exportaciones 
        de Argentina. Fenómeno similar se aprecia en los cuadros 13A 
        y 13B 
        y 14A 
        y 14B 
        en los que figuran los 20 principales productos de exportación 
        e importación de Argentina con la ALALC y con el mundo VIII. Importancia de los mercados de la ALALC para Argentina y viceversa 20. En el cuadro 
        15, se observa que con excepción de Perú y Chile los 
        países de la ALALC mejoraron su ubicación en el ranking 
        de las exportaciones de Argentina entre 1961, año previo a la iniciación 
        de la ALALC, y 1977. Con respecto a las importaciones, los países de la ALALC mejoraron 
        su ubicación con respecto a 1961, con la excepción de Perú, 
        Venezuela y Paraguay.Por otra parte la Argentina ha pasado a constituir un mercado relativamente 
        más importante para Colombia, Ecuador, México y Uruguay 
        y menor importante para Brasil, Paraguay, Perú y Venezuela, En 
        los casos de Bolivia y Chile, Argentina continúa representando 
        uno de sus principales mercados.
 En cambio la Argentina, mejoró sensiblemente su ubicación 
        en las importaciones de siete países de la ALALC y la desmejoró 
        en Paraguay y Perú. IX Productos comercializados con la 
        ALALC en 1977 por valor superior a u$s 1 .000.000 clasificados según 
        acuerdos preferenciales negociado. 21. El cuadro 
        10, se obtuvo de la muestra de productos exportados e importados en 
        1977 que figuran en el anexo al cuadro. Se aprecia que el comercio con Brasil se cursa predominantemente a través 
        de las listas nacionales y de los acuerdos de complementación suscriptos 
        entre ambos países o Ello también es válido para 
        el comercio con México. El 611 de los productos exportados por Argentina al resto de la ALALC 
        se cursan a través de sistemas preferenciales. Esta cifra aumenta 
        al 761 en el caso dé las importaciones. Esta diferencia estaría 
        demostrando una mayor utilización, por parte de Argentina, de otros 
        estímulos a la exportación o sencillamente que el país 
        está en condiciones de penetrar en los mercados de la zona sin 
        necesidad de preferencias o de otros estímulos, en el caso de estos 
        productos. En el anexo figuran los productos exportados e importados en 1977 por 
        un valor superior al millón de dólares, con una columna 
        en el margen derecho donde figura la cifra exportada o importada en el 
        año anterior a la vigencia de la ALALC. También están 
        señalados los mecanismos preferenciales utilizados para la comercialización 
        de cada producto y la clasificación de los mismos según 
        el grado de elaboración. Asimismo figura el comercio con el mundo 
        en cada caso. Al final del anexo figura un cuadro en el que se calcula la incidencia 
        de los productos de más de un millón de dólares de 
        anexo, en relación con el comercio total de Argentina con cada 
        país de la ALALC También se transcribe una lista de los 
        acuerdos de complementación utilizados para comercializar los productos 
        que figuran en el anexo. X. El Convenio Argentino- Uruguayo de Cooperación Económica  22. El 20 de agosto de 1974 los gobiernos de Argentina y Uruguay suscribieron 
        un convenio tendiente a fortalecer la integración entre ambos países 
        mediante acciones conjuntas en el campo del comercio, la industria y las 
        inversiones reproductivas. Allí se reconoce la condición 
        de país de menor desarrollo económico relativo al Uruguay. En el ámbito comercial sé busca intensificar y diversificar 
        el comercio recíproco tratando de lograr un aceptable equilibrio 
        cuantitativo y cualitativo. El instrumento que se utiliza es la eliminación 
        de gravámenes y demás restricciones para el mayor número 
        posible de productos, aunque se permite la negociación de concesiones 
        arancelarias limitadas (estacionales, temporales, por cupos o mixtas). Por Resolución 354 de la Conferencia de la ALALC se autorizó 
        temporariamente al Uruguay a otorgar concesiones no extensivas a Argentina 
        y Brasil. Ello hizo posible el funcionamiento de los convenios que Uruguay 
        firmó con sus países limítrofes. El punto VI del Protocolo Adicional del Convenio Argentino-Uruguayo establece 
        que La República Argentina mantendrá la liberación 
        total de cada uno de los productos comprendidos en el programa de liberación 
        cuyas importaciones no hayan superado el cinco por ciento de la producción 
        argentina registrada en el año anterior. Como contrapartida, Uruguay eliminará los gravámenes y 
        restricciones a las importaciones provenientes de Argentina por un valor 
        equivalente al sesenta por ciento del crecimiento de las exportaciones 
        totales de productos uruguayos a la Argentina en el año calendario 
        anterior. Una vez logrado el equilibrio comercial, la liberación 
        se hará por el cien por ciento de dicho comercio". El Convenio no se limita al ámbito comercial y prevé otras 
        acciones conjuntas como la creación y funcionamiento de empresas 
        binacionales y estímulos a las in versiones dirigidas al aprovechamiento 
        de ambos mercados. Hasta el presente no se registraron acciones en estos 
        campos. 23. Por decretos 791/75 y 1/76 de Argentina, fueron otorgados 804 productos 
        manufacturados al Uruguay con sus cupos respectivos. A su vez, el Uruguay 
        otorgó concesiones para unos 200 productos, que entraron en vigencia 
        el 1 de enero de 1979. En consecuencia, el Convenio ha operado hasta fines 
        de 1978 en forma unilateral para Uruguay. Este país aprovechó el siguiente porcentaje de concesiones 
        desde que fueron otorgadas: 
         
          | Año 
              1975 | 15,9 
              % |   
          | Año 
              1976 | 22,3 
              % |   
          | Año 
              1977 | 23,1 
              % |   
          | Año 
              1978 | 28,4 
              % |  O sea, el año pasado Uruguay exporto 228 productos de los 804 
        que le fueron otorgados. El monto de las exportaciones uruguayas a través 
        del Convenio es el siguiente (en millones de u$s): 
         
          | Año 
              1975 | 11,0 
              % |   
          | Año 
              1976 | 13,5 
              %  |   
          | Año 
              1977 | 15,4 
              %  |   
          | Año 
              1978 | 21,7 
              %  |  A su vez las exportaciones uruguayas no aprovecharon plenamente los cupos 
        otorgados por Argentina. Un informe de la Oficina Conjunta Permanente, 
        administradora del Convenio, estimó que en 1978, en caso de haberse 
        utilizado la totalidad de los cupos establecidos para los 228 productos 
        que generaron comercio, las ventas habrían alcanzado la cifra de 
        u$s 11-4.4 millones frente a los 21.7 millones efectivamente exportados. Durante 1977 las exportaciones uruguayas a través del convenio 
        alcanzaron al 49.7% de las ventas totales a la Argentina. 24. Los productos de la industria automotriz que se intercambian entre 
        Argentina y Uruguay, se regulan desde 1971 por un convenio de intercambio 
        compensado que posibilita el comercio de partes y piezas compensados y 
        desgravados progresivamente al comienzo y totalmente a partir de 1975. 
        Este convenio ha ido asumiendo una importancia cada vez mayor en el intercambio 
        rioplatense, significando en 1977 el 34,3% de las exportaciones uruguayas 
        a la Argentina. 25. Desde julio de 1975 Uruguay tiene en vigencia un Convenio con Brasil 
        que también incluye aspectos del intercambio comercial, y opera 
        en forma bastante similar al convenio con Argentina. La diferencia radica 
        en que el Uruguay desgravó totalmente un grupo de ítems 
        que no produce en su territorio. Por otra parte varias de las concesiones 
        que recibe Uruguay recaen sobre productos incluidos en el convenio con 
        Argentina. Las exportaciones uruguayas al Brasil en 1977, a través del convenio, 
        fueron similares a las registradas en el convenio con Argentina (u$s 21.7 
        millones). 26. En conclusión, el convenio de cooperación económica 
        ha venido operando en forma satisfactoria posibilitando el incremento 
        de las exportaciones de manufacturas uruguayas a la Argentina. Sin embargo 
        aun es prematuro para detectar si se están realizando inversiones 
        nuevas o ampliando las existentes en función de las ventajas del 
        convenio. En todo caso, los cupos que establece la Argentina parecen constituir 
        una limitante para dichos proyectos. |  
   
    | SEGUNDA 
        PARTE"Recomendaciones, sobre la participación de la Argentina en 
        el proceso, de reestructuración de la ALALC"
 1. La reestructuración de la ALALC, motivada por el vencimiento 
        del período de transición establecido por el Tratado de 
        Montevideo, y por la creciente ineficacia de sus mecanismos de liberación 
        del comercio, debe ser encarada por la Argentina como parte de su estrategia 
        latinoamericana y de inserción en el sistema económico y 
        político internacional. En su estado actual, la Asociación ha dejado de ser un instrumento 
        útil para el logro de los objetivos que el país perseguía 
        al promover su creación y al participar activamente en la misma. 
        Ni la expansión y diversificación del comercio intrarregional, 
        ni el avance gradual hacia metas más ambiciosas de integración 
        y cooperación económica entre países miembros, encuentran 
        en ella ámbito apropiado. Por el contrario, de persistir la situación 
        en que se encuentra la ALALC, el país y las demás Partes 
        Contratantes tendrán crecientes dificultades para intensificar 
        sus relaciones económicas y por en de para profundizar su solidaridad 
        política. La puesta al día de los mecanismos e instrumentos de la Asociación, 
        constituye para el país una consecuencia del valor que le atribuye 
        a la región latinoamericana en función de su propio desarrollo 
        nacional y de su activa participación en el sistema internacional. 
        El potencial económico de la región; la dimensión 
        de los mercados y sus posibilidades concretas de expansión; la 
        riqueza en recursos humanos y naturales, son entre otros, factores que 
        justifican el valor que América Latina tiene para la Argentina. Pero es mucho también lo que el país puede aportar al desarrollo 
        latinoamericano. Sus ventajas relativas como productor de alimentos, en 
        materia tecnológica e industrial, y en la capacidad técnica 
        de su población, son apreciadas y valoradas por los demás 
        países de la región. Una Argentina fuerte, imaginativa y 
        dinámica, puede ser un factor significativo en la evolución 
        futura de las relaciones económicas y política de la región 
        y en el desarrollo de los países que la integran. Las incertidumbres que plantea la evolución internacional, y que 
        en el plano comercial presagian la disminución del crecimiento 
        de las economías industrializadas y tendencias proteccionistas, 
        tornan más urgente la necesidad de acentuar nuestra presencia regional. La integración de la Argentina en América Latina, sigue 
        constituyendo como lo fuera cuando la ALALC fue creada y en los años 
        siguientes, un objetivo central para nuestro propio desarrollo y seguridad, 
        Pero los mecanismos e instrumentos funcionales a tal objetivo, deben permitir 
        preservar la libertad de maniobra internacional' propia de un país 
        independiente y con relaciones e intereses significativos en otras regiones 
        del mundo. En esta perspectiva, la reestructuración de la ALALC debe ser 
        vista como una pieza de una empresa de profundo sentido político, 
        que persigue el objetivo de un desarrollo compartido de los países 
        de la región, respetuoso de las respectivas identidades nacionales 
        y ambicioso en sus metas de bienestar y de participación internacional. 
        Al ser protagonista activo de este proceso, la Argentina podrá 
        efectuar un aporte a la región y defender sus propios intereses 
        nacionales. 2. La Argentina podría eventualmente prescindir de la ALALC, pero 
        no de un marco multilateral de promoción del comercio y de las 
        relaciones de complementación e integración económica 
        en la región. Si el proceso de reestructuración fracasara 
        y si la ALALC dejara de funcionar o desapareciera, sería necesario 
        reemplazarla por un nuevo marco multilateral con objetivos similares aunque 
        tuviera modalidades y mecanismos diferentes. Caso contrario se habría 
        producido un retroceso en la evolución de las relaciones económicas 
        latinoamericanas, a las condiciones existentes antes de 1960. Un retorno 
        al bilateralismo comercial no parece responder al interés nacional 
        ni a los requerimientos de la proyección regional de la economía 
        argentina.
 Resulta más practico entonces introducir las modificaciones necesarias 
        al Tratado de Montevideo, preservando sus objetivos y adaptando sus mecanismos 
        e instrumentos a una nueva etapa de la vida de la Asociación. Tal 
        posibilidad está expresamente prevista en el propio Tratado y es 
        reconocida como necesaria y viable por todos los asociados. Sólo 
        en el caso que el proceso de reestructuración fracase o de lugar 
        a resultados que no redunden en una eficacia real de la Asociación, 
        debería el país reconsiderar su participación en 
        la misma, y proponer a los demás países de la región 
        la creación de un nuevo marco multilateral. Al ser una pieza de una empresa más ambiciosa, la ALALC reestructurada 
        se insertará en un esquema institucional complejo de las relaciones 
        económicas regionales, constituido por otros organismos de cooperación 
        e integración, como el SELA. La Cuenca del Plata y el Grupo Andino. 
        La multiplicidad de organismos multilaterales existentes, refleja el interés 
        de los países de la región de disponer de diversos medios 
        para promover su desarrollo compartido. No son excluyentes entre sí, 
        y por el contrario, cumplen funciones que pueden complementarse. En este 
        espectro institucional, la función prioritaria de la ALALC es la 
        de asegurar un sistema de preferencias comerciales y de complementación 
        industrial, que contribuya a las acciones de integración económica 
        y de cooperación que se desarrollan a nivel regional, subregional 
        o bilateral. El proceso de integración económica regional 
        no se agota sin embargo en la ALALC. Se expresa en una pluralidad de ámbitos, 
        gubernamentales y no gubernamentales, que en su conjunto tienden a converger 
        en el objetivo de intensificar las interacciones económicas entre 
        los países de la región. Para producir los resultados deseados, 
        una estrategia de la Argentina con respecto a la ALALC supondría 
        entonces una participación activa en relación a todos los 
        otros organismos gubernamentales (SELA, Grupo Andino, Cuenca del Plata, 
        y otros) o no gubernamentales (AILA, ALIDE, FELABAN, FELAC, y otros), 
        que pueden tener una incidencia en los alcances y modalidades de las relaciones 
        de cooperación e integración de la región. 3. En el ámbito de la ALALC, el avance hacia grados más 
        intensos de integración económica, abarcando a la totalidad 
        de los países de la región o de los signatarios "del 
        Tratado de Montevideo, debe ser descartado como objetivo inmediato. La 
        experiencia pasada, las diferencias de grado de desarrollo y de políticas 
        existentes en la región, y el alcance real de la voluntad de muchos 
        de los países de adoptar compromisos multilaterales audaces y rígidos, 
        demuestran que no están dadas las condiciones para que el conjunto 
        de países miembros se comprometan con seriedad y realismo, a lograr 
        metas ambiciosas de integración económica. Cuando lo han intentado les ha resultado difícil pasar del plano 
        programático y retórico. La idea de un mercado común 
        regional, con características y alcances similares a los de la 
        Comunidad Económica Europea debe mantenerse en el horizonte, pero 
        sin que la tentación del apresuramiento la desgaste como consecuencia 
        de intentos que no encuentran sustentación en las realidades nacionales. 
        La experiencia de 1967 cuando, a pesar de la opinión entre otras 
        de la Argentina, se creyó posible avanzar hacia el mercado común 
        latinoamericano, debe tenerse presente a fin de evitar pasos falsos similares. 
        La posición nacional ha sido siempre la de considerar que la integración 
        económica regional, es una empresa de largo alcance que debe lograrse 
        a través de aproximaciones graduales pero sólidas. En lo inmediato, deben ajustarse los mecanismos existentes a fin de satisfacer 
        las exigencias más concretas de la promoción del comercio 
        y la complementación económica. Ello sin perjuicio que grupos 
        de países miembros de la Asociación (dos o más), 
        decidan avanzar en forma más acelerada en la integración 
        y complementación de sus economías, aprovechando la existencia 
        de condiciones objetivas que faciliten tal paso, como ya lo han hecho 
        los países miembros del Acuerdo de Cartagena. En ese caso será 
        necesario asegurar la compatibilidad legal y económica de los compromisos 
        o acciones parciales (subregionales, bilaterales o sectoriales), con los 
        que se han asumido o puedan asumirse a nivel regional. De lo contrario, 
        puede producirse un resultado no deseado de mayor fragmentación 
        económica de la región, de retorno a compartimentos estancos, 
        que cualquiera que sean sus beneficios inmediatos para las partes involucradas, 
        eliminaría o al menos reduciría las posibilidades futuras 
        de un mercado regional integrado. Tal situación contribuiría 
        más al conflicto que a la cooperación y a la solidaridad 
        en el desarrollo regional. 4. La Argentina debe dejar claro su interés en estrechar al máximo 
        sus relaciones de integración y cooperación económicas 
        con los demás países de la región y en particular 
        con los miembros de la ALALC, dentro de los límites impuestos por 
        las realidades económicas y por los intereses y posibilidades concretas 
        de los demás países. La prudencia y el realismo que han 
        caracterizado siempre a la posición nacional en la materia no debe 
        expresarse en tal forma que pueda ser interpretada como una falta de interés 
        en el logro de los objetivos de integración. Parece razonable plantear una evolución gradual y progresiva hacia 
        compromisos de integración y cooperación más estrechos, 
        aumentándose la intensidad de los mismos en aquellos casos y situaciones 
        en que las homogeneidades de estructuras y de políticas económicas 
        así lo permitan. La idea más avanzada de comunidad económica, 
        requiere que los países participantes sustenten su vínculo 
        asociativo en una base amplia de valores e intereses compartidos, y en 
        un potencial concreto de acciones conjuntas en el plano económico. 
        Es en el ámbito contiguo a la Argentina donde se le presentan al 
        país mayores posibilidades para un planteamiento ambicioso de integración 
        económica, que sea parte indisociable de una estrategia nacional 
        más amplia de cooperación y solidaridad con la región. 5. La reestructuración de la ALALC, debe encararse de manera tal 
        que se facilite el desarrollo de un sistema de preferencias comerciales 
        entre los países miembros, a través de compromisos o acciones 
        globales que abarquen a la totalidad de los asociados, y de compromisos 
        o acciones parciales de alcance subregional, sectorial o bilateral. Las 
        preferencias deben extenderse a las medidas arancelarias y a las paraarancelarias, 
        así como a todo otro tipo de medidas de origen gubernamental, que 
        pueden incidir en los flujos comerciales. A diferencia de lo que ocurría en 1960, cuando los compromisos 
        asumidos en el GATT tuvieron una incidencia decisiva en la elección 
        del instrumento de la zona de libre comercio, en la actualidad los miembros 
        de la ALALC, pueden recurrir a mecanismos más flexibles para el 
        otorgamiento de preferencias comerciales. La "cláusula de 
        habilitación" aprobada en ocasión del Tokio Round, 
        y la propia práctica del GATT al aceptar sistemas preferenciales 
        como el del grupo ASEAN en 1979, brindan los antecedentes normativos y 
        prácticos que autorizan a los países miembros de la ALALC, 
        a establecer un Sistema de preferencias que no se ajusten necesesariamente 
        a los requisitos del artículo XIV del GATT. Sin perjuicio que por 
        razones prácticas se prefiera mantener el objetivo de largo plazo 
        del perfeccionamiento de una zona de libre comercio, lo que significaría 
        no introducir modificaciones de fondo a la estructura actual del Tratado 
        de Montevideo, la reestructuración debe producir una flexibilización 
        de los mecanismos preferenciales existentes. No es conveniente establecer 
        metas ni plazos. Lo importante es que se establezca un mecanismo de negociación 
        al que los países miembros puedan recurrir, sin periodicidad fija 
        y sin obligación de que todos participen. Las preferencias que 
        se negocien serían extensivas sólo a los países miembros 
        que han participado en la negociación. El papel promotor de una Secretaría con buen nivel técnico, 
        sería de fundamental importancia para asegurar la eficacia del 
        mecanismo. Como compromiso mínimo de alcance multilateral, los países 
        miembros deberían aprobar al poner en funcionamiento la nueva etapa 
        de la ALALC una preferencia regional, válida para todo el universo 
        arancelario en porcentajes variables según el nivel de desarrollo, 
        con las menores excepciones posibles y con posibilidades de ampliación 
        periódica pero no automática. El funcionamiento eficaz del sistema preferencial, exigiría un 
        perfeccionamiento de los mecanismos de salvaguardia; la regularización 
        adecuada de los estímulos a la exportación; el control riguroso 
        del retiro de concesiones o de la disminución de los márgenes 
        de preferencia a fin de garantizar el cumplimiento de lo pactado; y el 
        refuerzo del sistema de consultas entre las Partes que debería 
        ser obligatorio en ciertos casos. La compatibilización de las llamadas acciones parciales cualquiera 
        que sean sus modalidades, con los compromisos globales y multilaterales 
        que los países miembros han asumido, deberá ser objeto de 
        una regulación precisa. Lo esencial es asegurar que todas las partes 
        estén informadas de la negociación de un acuerdo preferencial 
        de alcance parcial (subregional, sectorial o bilateral) desde su inicio 
        y que tengan abierta la opción para participar en la negociación 
        antes que ella concluya. Una vez concluido el acuerdo también es 
        fundamental mantener la posibilidad de incorporarse al mismo pero mediante 
        adecuada compensación. La información y visibilidad en el 
        proceso de negociación de un acuerdo preferencial de alcance parcial, 
        debe permitir a cualquier parte interesada o a la Secretaría, presentar 
        objeciones fundadas en el caso que se considere que sus efectos pudieran 
        ser incompatibles con otros compromisos. Los plazos para presentar objeciones 
        deben ser estrictos y cortos. Sólo en el caso en que haya objeciones 
        el acuerdo debería ser objeto de una evaluación para el 
        conjunto de las partes, y de una decisión expresa de compatibilización. 
        De lo contrario la compatibilización se produciría en forma 
        automática al vencimiento de los plazos de información. 
        Las preferencias originadas en los acuerdos de alcance parcial que hayan 
        pasado por el procedimiento de compatibilización, quedarían 
        excluidas de la aplicación de la cláusula de la nación 
        más favorecida establecida en el artículo 18 del Tratado. Sería necesario prever la posibilidad de una revisión periódica 
        de la compatibilización de los acuerdos preferenciales de alcance 
        parcial, sea a instancia de parte o de la Secretaría. En tal caso, 
        el pronunciamiento positivo o negativo de las Partes Contratantes, se 
        efectuaría sin que los países participantes del acuerdo 
        puedan ejercer su derecho a veto. La flexibilización de los mecanismos preferenciales de la ALALC 
        debe ser conciliada con los requerimientos de estabilidad en las preferencias 
        que se negocien. De lo contrario no se operaría el efecto buscado 
        de promover inversiones en nuevas actividades productivas como consecuencia 
        del mercado ampliado. Pero a su vez, entendidas como instrumento de promoción 
        de actividades productivas eficientes, las preferencias sólo deberán 
        prolongarse en el tiempo lo suficiente para obtener su objetivo. Flexibilidad 
        de los mecanismos, estabilidad y transitoriedad de las preferencias, deberían 
        ser entonces las tres notas distintivas de la nueva etapa de la ALALC, 
        y su logro significaría un progreso notable con respecto a lo que 
        ha ocurrido hasta el presente. 6. La ALALC en su nueva etapa, debe contribuir a que la Argentina pueda 
        desarrollar relaciones de cooperación y de complementación 
        intensa, con cada uno de los países miembros y con el Grupo Andino 
        como conjunto, recurriéndose para su estímulo a todo tipo 
        de mecanismos y medidas, inclusive las de carácter preferencial. 
        La flexibilización de los mecanismos preferenciales de la ALALC 
        le otorgará al país una mayor libertad de maniobra para 
        desarrollar relaciones especiales con cada uno de los demás asociados, 
        recurriendo para ello a modalidades de cooperación apropiadas en 
        cada caso. En el caso del Grupo Andino, además de las relaciones bilaterales 
        de contenido tradicional con los países miembros, la Argentina 
        podrá concretar un acuerdo de cooperación y de complementación 
        recurriendo para su ejecución a instrumentos como el de los acuerdos 
        de complementación industrial, que permitirían asegurar 
        la participación de la industria nacional en el esfuerzo andino 
        y al Grupo obtener en el país la ampliación de sus mercados, 
        y tecnología adecuada a sus actuales requerimientos. El tratamiento 
        especial al capital argentino debe ser una contrapartida natural al esfuerzo 
        de cooperación del país con el Grupo Andino. Pero además, las modificaciones que se introduzcan al Tratado 
        de Montevideo, deben permitir que el país pueda comprometer su 
        participación en el establecimiento de una comunidad económica 
        junto con aquellos otros .países miembros con los cuales se den 
        las condiciones objetivas necesarias para asegurar su éxito. El 
        ámbito de los países contiguos es el que está más 
        próximo a reunir los requisitos mínimos de éxito. 
        Previa una evaluación completa de las implicancias políticas 
        y económicas de una iniciativa de esta naturaleza, el país 
        debería adoptar los pasas necesarios para que en el ámbito 
        subregional se establezca una comunidad económica, que contenga 
        un programa de liberación del intercambio y de establecimiento 
        de un arancel externo común, de liberación en la circulación 
        de los bienes y los capitales, la libertad de establecimiento de personas 
        y empresas, y la armonización de políticas. Tal programa 
        no implicaría la existencia de instancias supranacionales, y sólo 
        deberían preverse funciones de coordinación y de secretariado/técnico. 
        Compartir recursos y mercados, asociarse para el desarrollo, es una empresa 
        que trasciende los problemas o las necesidades de la coyuntura. Sólo 
        puede ser sólida si se inserta en una visión de largo plazo. 
        En tal visión también cobran nueva luz las realidades del 
        corto plazo. Examinar en profundidad esta alternativa, planteada en repetidas 
        oportunidades en el ámbito subregional, constituye una tarea urgente 
        para nuestros países. 7. Con respecto a las modificaciones concretas que deberán introducirse 
        en el Tratado de Montevideo y en los instrumentos derivados del mismo, 
        se recomienda:  
        a. la prórroga por un plazo prolongado del período de 
          transición para el perfeccionamiento de una zona de libre comercio.
 b. la supresión de la lista común.
 c. el establecimiento de un mecanismo de negociación de preferencias 
          de alcance multilateral, en el que todos los países miembros 
          tengan derecho a participar. Las negociaciones se realizarían 
          sin periodicidad fija, y las concesiones se extenderán solo a 
          los países participantes. Además se mantendrá el instrumentó de las Listas 
          Nacionales pero sin compromiso de obtener determinadas metas en materia 
          de liberación comercial. Las negociaciones deberán extenderse 
          a las restricciones no arancelarias. En el marco de este nuevo mecanismo 
          de negociación de preferencias, deberá negociarse la adopción 
          de un compromiso mínimo común a todos los países, 
          si bien con alcances diferenciales según el grado de desarrollo, 
          de otorgar una preferencia regional con posibilidades de ampliación 
          periódica pero no automática, d. el perfeccionamiento del tratamiento especial para los países 
          de menor desarrollo económico relativo, que comprenda medidas 
          arancelarias y un programa audaz de apoyo técnico y económico 
          para asegurar su participación intensa en las relaciones económicas 
          regionales. e. la modificación de la cláusula de la nación 
          más favorecida del artículo 18, manteniendo su carácter 
          incondicional sólo para las relaciones con terceros países, 
          y para los países miembros de la Asociación con respecto 
          a aquellas ventajas que no se originen en el mecanismo de preferencias, 
          o en compromisos de alcance parcial considerados compatibles y funcionales 
          con los compromisos globales. También debería preverse expresamente el excluir de los 
          alcances del artículo 18 a las ventajas que se otorguen a los 
          demás países latinoamericanos no miembros de la ALALC, 
          bajo modalidades previamente determinadas. f. la reglamentación de un mecanismo de compatibilización 
          entre los distintos tipos de acciones preferenciales parciales, y entre 
          estos y los compromisos globales, de manera tal que asegure la convergencia 
          entre unos y otros. g. la supresión de la Conferencia anual y su sustitución 
          por ruedas periódicas de negociaciones multilaterales; la mayor 
          periodicidad de las reuniones de ministros; y el fortalecimiento técnico 
          de la Secretaría Ejecutiva. 8. Los acuerdos de complementación industrial en sus distintas 
        modalidades, constituyen uno de los elementos más idóneos 
        para promover las relaciones económicas de la región. La resolución 99 en su forma actual permitiría una utilización 
        más intensa de estos acuerdos, en la medida que se facilite la 
        acción de la Secretaría Ejecutiva para promoverlos. Las 
        reuniones sectoriales y los acuerdos interempresariales, son mecanismos 
        indispensables para la promoción de acuerdos de complementación 
        y para asegurar su eficacia. Concebidos como instrumentos de promoción 
        industrial, y no sólo como instrumentos para facilitar el comercio 
        de excedentes y faltantes, los acuerdos de complementación suponen 
        una acción intensa en el plano regional para la identificación, 
        promoción y financiamiento de proyectos, y en ella deberán 
        desempeñar un papel destacado los organismos públicos y 
        privados de financiamiento, y las empresas de servicios técnicos. 9. El denominado "patrimonio histórico" de la Asociación, 
        constituido por las concesiones ya otorgadas, debe ser evaluado considerando 
        los derechos adquiridos por las Partes Contratantes, y los requerimientos 
        que surgen de los mecanismos de acción parcial como es el caso 
        del Grupo Andino. A partir del principio de la vigencia de los compromisos 
        asumidos en las Listas Nacionales, debería establecer un plazo 
        dentro del cual se negocien los ajustes necesarios al paquete de concesiones 
        otorgadas. 10. Firme en sus objetivos de desarrollo nacional y en pleno uso de su 
        libertad soberana, el país debe encarar la empresa del desarrollo 
        compartido latinoamericano, con profundo sentido político, fruto 
        del valor que le atribuye a la región y de su espíritu de 
        solidaridad con los países que la integran. La reestructuración 
        de la ALALC es una pieza central de esta empresa política. Y por 
        ello debe requerir la atención permanente de los máximos 
        niveles de decisión. La empresa del desarrollo compartido latinoamericano tiene profundas 
        raíces históricas, y debe responder a criterios de realismo 
        político y económico para ser sólida. Proyectada 
        hacia el futuro significa crear condiciones externas básicas para 
        el esfuerzo nacional de desarrollo e independencia de cada país 
        de la región, en el mundo de creciente complejidad e interdependencia 
        del último cuarto de este siglo. La Argentina debería tomar la iniciativa de asegurar el sentido 
        político dé su participación en la ALALC, promoviendo 
        como corolario del proceso de reestructuración, una reunión 
        de Presidentes de los países miembros, que en sí misma simbolizaría 
        el carácter de la empresa encarada, y de la que resultaría 
        el respaldo necesario para que la acción del organismo se inserte 
        en un cuadro más amplio al técnico y comercial. |  
   
    | ANEXOLAS TENDENCIAS ECONÓMICAS DE VARIOS
 PAÍSES DE LA ALALC
  
         Informe elaborado para el Grupo de Trabajo por el 
          Dr. Javier Villanueva, Director del Instituto Di Tella.
 Introducción 1. Observando el desempeño de las economías de América 
        Latina, dentro del complejo marco de la década del setenta, lo 
        que puede detectarse a grandes rasgos (ver Cuadro 1) es que, aún 
        cuando con un endeudamiento internacional considerable y con pérdidas 
        de dinamismo a medida que transcurre la década, los países 
        de la región han demostrado mejores condiciones que los países 
        más desarrollados para sobrellevar los rigores del presente decenio. Cuadro 1Tasas de crecimiento anual promedio PBI,
 América Latina y países de la OCDE
 
         
          |  | 1970 | 1971 | 1972 | 1973 | 1974 | 1975 | 1976 | 1977 | 1978 |   
          | América 
              Latina  | 6.9 | 6.7 | 6.9 | 8.4 | 7.1 | 3.2 | 4.4 | 4.5 | 4.1 |   
          | OCDE | 2.9 | 4.0 | 5.5 | 6.1 | 0.4 | -0.6 | 5.2 | 3.7 | 3.5 |   
        Fuente: CEPAL, OCDE  Si se cubre en el examen un período más amplio que el previo, 
        por ejemplo 1950-1977, las conclusiones que pueden extraerse sin similares 
        a las anteriores. El crecimiento anual promedio del PBI para ese lapso 
        es del 5.5%, aproximadamente, para América Latina, en tanto que 
        alcanza el 4.8% para el conjunto de los países más desarrollados. 
        [1] Ciento es que al efectuar comparaciones de este tipo se pierden de vista 
        importantes factores tales como el nivel del "escalón de partida" 
        o las eventuales diferencias entre los países del agregado respecto 
        de las tasas de crecimiento conjuntos. Más aún, también 
        podría señalarse que los azares y vaivenes del mundo contemporáneo 
        también pueden introducir alteraciones conyunturales en el desempeño 
        de los países de tal magnitud que el resultado sea contradictorio 
        cola las expectativas a que pudieren dar lugar los datos de lo avanzado 
        en las décadas del cincuenta y el sesenta. Existen, sin embargo, condiciones objetivas, tales como la tasa de crecimiento 
        de la población; el mejoramiento paulatino en las condiciones de 
        vida; la creciente calificación de la mano de obra; la abundancia 
        de recursos naturales y el avance conquistado en la producción 
        industrial; que dan fundamentos para justificar la expectativa ampliamente 
        compartida de que habiendo alcanzado cierto estadio de avance intermedio 
        les naciones latinoamericanas están en condiciones de brindarse 
        mutuamente las posibilidades de un mercado estimulante sin que ello signifique, 
        por cierto, el alejarse de las ventajas del intercambio fructífero 
        con otras naciones o regiones del mundo. 2. Por todo lo antedicho, es fácil explicar la creciente atención 
        que, como, eventual mercado comprador, despiertan los países de 
        la región no solo entre las naciones de mayor, avance económico 
        relativo, sino también entre aquellas naciones extra-regionales 
        de reciente desarrollo industrial exportador que enfrentados con el proteccionismo 
        y la pronosticada lentitud en el crecimiento de los países más 
        desarrollados procuran buscar como mecanismo compensador el acercamiento 
        a los países de América Latina. Todo esto que parece claro para muchos observadores de fuera del área, 
        también ha de resultar evidente para los mismos países de 
        América Latina que se encuentran en condiciones de competir regionalmente, 
        tanto por razones de proximidad física y cultural, como por los 
        adelantos productivos y comerciales logrados en el período comentado. 
        Parece claro, entonces, que con la precondición de mejorar la eficiencia 
        productiva de la industria manufacturera, los mecanismos de negociación 
        y coordinación con los países más desarrollados, 
        las posibilidades de los países de la región son múltiples. 3. El crecimiento económico de los países de ALALC Dado el peso económico en la región de varios de los países 
        que componen ALALC lo expuesto en los párrafos anteriores alcanza 
        en forma particular a las naciones de la subregión en conjunto. 
        En efecto, como se ve en el Cuadro 2, los países de ALALC mostraron 
        entre 1970 y 1977 tasas anuales de crecimiento promedio superiores a las 
        de América Latina, en conjunto y a los de los países de 
        la OCDE. Cuadro 2Tasas de crecimiento anual promedio PBI,
 América Latina, ALALC y OCDE
 
         
          |  | 1970 | 1977 |   
          | América 
              Latina (total) | 6.9 | 4.5 |   
          | ALALC | 6.4 | 5.8 |   
          | OCDE | 2.9 | 3.7 |   
         
           
            Fuente: CEPAL, OCDE Los datos relacionados con el crecimiento económico de los países 
        de ALALC, son examinados en forma desagregada en el Gráfico 1. Lo que se observa en el Gráfico es que varios de los países 
        dé mayor desarrollo industrial relativo del área (Argentina, 
        Brasil, Colombia, México) presentaron en 1970 tasas de crecimiento 
        superiores a las verificadas en 1977. Al revés sucede con países 
        como Bolivia, Paraguay y Venezuela en los que el proceso de industrialización 
        no alcanzaron aún el mismo nivel de expansión que en varios 
        de los países previamente mencionados. Uruguay y Chile, son dos 
        casos aparte debido a las dificultades de crecimiento verificadas en los 
        primeros años de la década. Gráfico 1Tasas de crecimiento de los países de ALALC
 Años 1970 y 1977
 
 Tasas de crecimiento de los países de ALALC Años 1970 y 
        1977Conclusiones similares pueden plantearse de la observación del 
        Gráfico (que relaciona las tasas de crecimiento anual promedio 
        del sector Industrial del PBI entre los años 1970 y 1977) y del 
        Cuadro 3 (que compara la participación porcentual del sector industrial 
        en el PBI, por país, respecto del promedio general de la subregión).
 En el Gráfico 2 aparecen en el área ubicada por encima 
        de la línea de 45° -es decir que presentan tasas de crecimiento 
        en 1970,superiores a las de 1977- países tales como: México, 
        Colombia, Argentina y especialmente Brasil. En otras palabras varios países 
        de mayor industrialización relativa: Ver Cuadro 4. Por debajo de 
        la línea de 45 figuran Ecuador, Paraguay, Bolivia, Uruguay y Chile. Teniendo en cuenta que aunque han sido esencialmente los mercados domésticos 
        los que han dado estímulo al crecimiento manufacturero latinoamericano, 
        pero que también ha sido en el intercambio intraregional [2] de 
        productos industriales donde se manifestaron adelantos destacables en 
        las décadas examinadas,(ver Cuadro 5), cabe preguntarse si no es 
        precisamente por esta vía en la que pueden lograrse avances difíciles 
        de conquistar en otras regiones poco accesibles dadas las barreras arancelarias 
        y no arancelarias a que la presente coyuntura internacional ha dado lugar. En apoyo de lo antedicho presentamos el Cuadro 3. Como se puede observar 
        en el mismo, las tasas de crecimiento de la importación intrazonal 
        con superiores a las globales y a las extrazonales -aunque estas últimas 
        han reducido su desventaja en materia de crecimiento respecto de los intrazonales. Gráfico 2Tasas de crecimiento anual
 Promedio del Sector Industrial PBI
 Países de la ALALC
 
 Cuadro 3Tasas de crecimiento anuales promedio de las importaciones
 intra y extra regionales - ALALC
 
         
          |  | Imp. 
              Intrazonal  | Imp. 
              Extrazonal  | Imp. 
              Global |   
          | 1970 | 16.33 | 8.03 | 8.68 |   
          | 1977 | 18.40 | 11.69 | 12.30 |   
         
          
            Fuente: INTAL, 1978 Cuadro 4Participación porcentual del sector industrial en el PBI de 
        los países de ALALC - relación respecto del promedio general 
        de la subregión
 
         
          |  | 1970 | 1977 |   
          | Participación 
              superior al promedio | Argentina 
              (30.2%)Brasil (28.3%)
 Chile (27.2%)
 México (23.4%)
 Uruguay (24.2%)
 | Argentina 
              (31.4%)Brasil (29.4%)
 Chile (23.4%)
 México (24.2%)
 Uruguay (25.0%)
 |   
          | Promedio | 24% | 21.6% |   
          | Participación 
            inferior al promedio | Bolivia 
              (12.8%)Colombia (17.5%)
 Ecuador (17.5%)
 Paraguay (17.3%)
 Perú (20.6%)
 Venezuela (15.0%)
 | Colombia 
              (18.8%)Bolivia (14.1%)
 Ecuador (19.8%)
 Paraguay (16.9%)
 Venezuela (13.3%)
 |   
        Fuente: "Series históricas del crecimiento de América 
          Latina"; Cuadernos de Estadísticas de CEPAL; N°3; N. 
          U. - Santiago de Chile, 1978.
 Cuadro 5Exportaciones de manufacturas varias. Porcentaje
 sobre total de exportaciones - varios países
 
         
          |  | 1960 | 1973 |   
          | Argentina | 4.1% | 16.9% |   
          | Brasil | 3.1% | 27.2% |   
          | Chile | 6.0% | 8.0% |   
          | Ecuador | 1.5% | 4.6% |   
          | México | 11.6% | 31.8% |   
          | Perú | 3.2% | 9.3% |   
          | Uruguay | - | 24.8% |   
          | Venezuela | 1.3% | 20.6% |   
        Fuente: World Bank; World Trade, 1976; Washington, 1976. 4. La eventual expansión del comercio intrazonal planteada previamente 
        requiere por lo menos tres tipos de comentarios para poder ponderar sus 
        posibilidades de concreción:  
        a) Por un lado conviene examinar el patrón de inversiones existente 
          en los países de ALALC ya que de éstas depende la estructura 
          económica futura y por consecuencia las posibilidades de desarrollar 
          o no ciertas complementaridades sobre las que se pudieran asentar el 
          aprovechamiento de economías de escala.
 b) Por otra parte es conveniente el tratar de interpretar las estructuras 
          del intercambio intra-regional con el propósito de detectar las 
          posibles complementariedades que pudieran estar desarrollándose.
 
 c) Conviene, finalmente, el recorrer las opciones de práctica 
          comercial que los distintos países han ido asumiendo y que son 
          las que a la postre pueda acelerar o bloquear el avance del intercambio 
          sub-regional.
 En los párrafos siguientes nos referiremos a cada uno de los 
          temas anteriormente mencionados.
 5. Las tendencias de la inversión industrial en América 
        Latina  No es tarea fácil el procurar penetrar con cierto detalle en las 
        tendencias de la inversión real en América Latina. Por ello, 
        en 1977 efectuamos una encuesta entre varios países de la región 
        (Argentina, Bolivia, Brasil, Colombia, Ecuador, Paraguay, Perú, 
        Uruguay y Venezuela) que aunque no exhaustiva [3] permite formarse, sin 
        embargo, una noción aproximada de las tendencias que puedan primar 
        en la formulación de proyectos de desarrollo industrial. Los datos 
        examinados pueden subclasificarse según están relacionados 
        con:  
        (a) El monto de las inversiones proyectadas; El material obtenido en 
          la muestra relacionado con el monto de las inversiones (Véase 
          Cuadro 6) sugiere que el 87.9% del total proyectado corresponde a programas 
          relacionados con las industrias de Productos Químicos y Derivados 
          y los Metálicos Básicos (hierro, acero, aluminio). Estos 
          resultados no pueden sorprender ya que este tipo de proyectos, en general, 
          requiere inversiones de cierta magnitud. Como se ve en el Cuadro 6 en 
          los casos en que la inversión es cuantiosa, el número 
          de proyectos es reducido. A la inversa con productos como los alimenticios 
          en que el número es relativamente elevado, pero la participación 
          en el total de la inversión es menor. (b) El número de proyectos de inversión; La distribución 
          porcentual de los proyectos clasificados según el número 
          de los mismos y según la rama de actividad a la que se refieren, 
          resulta, como hemos señalado, una acumulación de proyectos 
          relativamente pequeños relativamente poco costosos en algunas 
          actividades. Por ejemplo, entre las industrias de Productos Alimenticios, 
          Textiles y Cueros, Industria Maderera y Fabricación de Papel 
          y Derivados acumulan cerca del 40% del total de los proyectos e insumos 
          solo el 8.1% del valor total de la inversión programada. Es importante destacar que la proporción mayor de proyectos 
          recae en las industrias de Productos Alimenticios (18.5%) y Productos 
          Metálicos y Maquinarias (18.4%). Cuadro 6Participación porcentual según los sectores de actividad 
        (clasificación CIIU) en eltotal del valor de las inversiones y 
        en el total del número de proyectos programados
 
         
          |  | 31 | 32 | 33 | 34 | 35 | 36 | 37 | 38 | 39 |  |   
          |  | Prod. 
              Alim.  | Text. 
              y cue-ros | Ind. 
              Made- rera | Fabr. 
              papel y deriv. | Prod. 
              Quím. y deriv. | Prod. 
              Min. no Met. | Ind. 
              Met. Bas. | Prod. 
              Met. y Maq. | Otras 
              ind. manuf. | Total |   
          | Porcentual 
              s/ total valor inversión | 1.2% | 1.6% | 0.3% | 5.0% | 22.4% | 1.2% | 65.5% | 2.8% | 0.0% | 100 |   
          | Porcentual 
            s/ total número de proyectos | 18.5% | 9.9% | 10.4% | 5.8% | 17.4% | 8.2% | 10.5% | 18.4% | 0.8% | 100 |   
        Fuente: Encuestas propia.Nota: La encuesta cubrió los años 1973 y 1977
 6. Otro de los temas en los que pueden efectuarse comentarios sobre la 
        base de los datos de la encuesta es el que se relaciona con la intensidad 
        en el uso de los factores de las industrias examinadas. Lo que se desprende 
        de la información es que en su gran mayoría las inversiones 
        programadas corresponden a actividades habitualmente consideradas [4] 
        como intensivas en mano de obra calificada. En efecto, aproximadamente 
        el 65% de los proyectos corresponde al tipo anteriormente mencionado de 
        actividades [5]; el 34% corresponde a actividades que hacen relativamente 
        menor empleo de los recursos mencionados.
 7. La encuesta procuraba además establecer en que casos se trataba 
        de proyectos correspondientes a instalaciones nuevas o ya existentes (ampliación, 
        modernización, reposición). Del total de proyectos el 52.0% 
        correspondía a plantas nuevas, el resto podía asignarse 
        o bien a ampliaciones o a modernizaciones o reposiciones. Dentro del cincuenta 
        por ciento de plantas nuevas, la participación más elevada 
        le corresponde a: 
         
          |  
              Químicos y Derivados del Petróleo | 9.6% |   
          | Industria 
            Maderera | 9.1% |   
          | Productos Alimenticios | 8.8% |   
          | Metales, 
            Maquinarias y Equipos |  
              6.4% |  Cuadro 7
 Exportaciones intrarregionales con valores b/a superiores al promedio 
        de los cinco tipos de producto, para cada país (1963-1974)
 
         
          |  
               | Exportaciones 
              con valores b/a superiores al promedio | Exportaciones 
              con valores b/a inferiores al promedio |   
          | Argentina | - 
              Manufactura intensiva en materias primas -Manufactura 
              intensiva en mano de obra calificada | - 
              Producción agrícola - 
              Materias primas y combustibles - 
              Manufactura intensiva en mano de obra no calificada |   
          | Brasil | - 
              Manufactura intensiva en materias primas - 
              Manufactura intensiva en mano de obra no calificada | - 
              Producción agrícola - 
              Materias primas y combustibles -Manufactura 
              intensiva en mano de obra calificada |   
          | Chile |  
              - Producción agrícola - 
              Materias primas y combustibles | - 
              Manufactura intensiva en materias primas. - 
              Manufactura intensiva en mano de obra no calificada - 
              Manufactura intensiva en mano de obra no calificada |   
          | México | - 
              Producción agrícola - 
              Materias primas y combustibles | - 
              Manufactura intensiva en materias primas. - 
              Manufactura intensiva en mano de obra no calificada. - 
              Manufactura intensiva en mano de obra calificada |   
          | Venezuela | - 
              Producción agrícola | - 
              Materias primas y combustibles. -Manufactura 
              intensiva en materias primas. - 
              Manufactura intensiva en mano de obra no calificada. - 
              Manufactura intensiva en mano de obra calificada. |   
        Fuente: UN, Commodity Trade Statistics.; elaboración propiaNota: Los valores b/a resultan de los siguientes cálculos
 
 (a) Resulta de aplicar a las exportaciones intralatinoamericanas de 
          cada uno de los países, en 1963, la tasa de incremento de las 
          exportaciones conjuntas hacia la región del resto de los cinco 
          países examinados, entre 1963 y 1974.
 (b) Son las variaciones reales en las exportaciones intrarregionales 
          (1963-1974) Es decir, que depositando la atención específicamente sobre 
        los proyectos nuevos que, en cierta medida, podrían sugerir la 
        orientación de los cambios previsibles en el desarrollo de las 
        actividades manufactureras, puede observarse que, en su gran mayoría, 
        corresponden a industrias basadas en la utilización de recursos 
        naturales. 8: En suma, de lo examinado pueden extraerse algunas conclusiones de 
        interés. En primer lugar se observan pocos y costosos proyectos 
        centrados en químicos y Metálicos Básicos. El mayor 
        número de proyectos relativamente pequeños en términos 
        de valor se concentran en Alimentos, Textiles y Cuero, Papel y Derivados, 
        Maderera, Metálicos y Maquinarias. Tomando el total de proyectos se observa una cierta concentración 
        en industrias intensivas en mano de obra calificada. Pero, considerando 
        especialmente los nuevos proyectos, se detecta una cierta tendencia a 
        concentrarse en actividades que hacen además uso amplio de recursos 
        naturales. 9. La tendencia en las exportaciones intra-regionales. En esta sección 
        procuramos establecer el cambio en la estructura de las exportaciones 
        intraregionales [6] que pudiera detectarse del examen de las estadísticas 
        de las Naciones Unidas (VN; Commodity Trade Statistics y entre los años 
        1963 y 1970. En especial se tratará de establecer la existencia 
        de algún grado de complementariedad entre países de la región 
        examinando los rubros en los que se observa una aceleración en 
        el comercio de la zona. En primer lugar trataremos de comparar los cambios generales experimenta 
        dos en las exportaciones de varios países latinoamericanos (Ver 
        Cuadro N° 8) con lo observado en otros países del mundo. Comparando 
        los por cientos sobre el total de las exportaciones de cada uno de los 
        grandes grupos de bienes comercializados en los años 1960 y 1973, 
        se evidencian dos tendencias que vale la pena destacar: Efectuando el análisis para el caso de once países latinoamericanos 
        las conclusiones que pueden extraerse también resultan de interés. 
        En primer lugar, lo que se observa es que en lo que se refiere a la exportación 
        de alimentos y de minerales, la mayoría de los países sostienen, 
        en 1973, proporciones comercializadas, aproximadamente iguales a las observadas 
        a comienzos de la década del setenta. Brasil es una de las excepciones 
        sobre el particular ya que experimenta una contracción en la proporción 
        de alimentos enviados al exterior, en 1973. En segundo lugar, lo que resulta 
        remarcable es que todos los países Latinoamérica nos incluidos 
        en el cuadro comentado experimentan aumentos, en distintas magnitudes, 
        en la proporción de bienes manufacturados colocada en el mercado 
        exterior. Los porcentajes mayores que se observan corresponda a los siguientes 
        países: México, Brasil, Argentina y Uruguay. Con todo, conviene 
        no perder de vista que el porcentaje de productos manufacturados exportados 
        como proporción del sector industrial de los respectivos países, 
        es relativamente menor. Afinando un poco más el análisis, examinaremos rápidamente 
        los cambios estructurales que hubieran podido producirse en la canasta 
        de exportaciones intralatinoamericanas de cinco países de la región: 
        Argentina, Brasil, Chile, México y Venezuela. En particular, pondremos 
        énfasis en la "intensidad" de los factores empleados 
        (Véase Cuadro 7). El método empleado es el siguiente:  
        a) Hemos estimado la tasa de crecimiento de las exportaciones 
          totales hacia América Latina, de la muestra de cinco países 
          latinoamericanos mencionados -entre los años 1963 y 1974- excluyendo 
          de la muestra para cada cálculo particular, los datos del país 
          estudiado.
 b) Sobre la base de las tasas estimadas como se indica en el 
          punto anterior ajustamos las cifras absolutas del comercio intra-latinoamericano 
          de cada país en el año base 1963, definiendo así 
          el valor exportado "teórico" para 1974.
 
 Los valores "teóricos" al ser comparados con los reales 
          permitieron determinar en qué rubros se mantuvo la posición, 
          y en qué otros o se gano o se perdió.
 El resultado del análisis estadístico mencionado queda 
        expuesto en forma simplificada en el Cuadro 7. Las observaciones que se 
        pueden efectuar son las siguientes.  
        a) En el caso de la Argentina, las exportaciones intrarregionales 
          de Producción Agrícola y de Materias Primas y Combustibles 
          crecieron en realidad menos que lo que teóricamente estimamos 
          (Es decir que el país perdió posiciones en los rubros 
          mencionados respecto de los demás países del área, 
          en el período mencionado).
  En cambio en las exportaciones de Manufacturas Intensivas de Materias 
          primas y de Manufacturas Intensivas en Mano de Obra Calificada es donde 
          se observa avances mayores. Cuadro 
        8Cambio en la estructura de las exportaciones
 Países en desarrollo y América Latina (1960-1973)
 Porcentuales sobre total de exportaciones.
 Fuente: World Bank; World Tables, 1976
  
        b) En el caso del Brasil, los avances más significativos 
          se verifican en las exportaciones de Manufacturas Intensivas en Mano 
          de Obra no Calificada.- también se destacan las Manufacturas 
          Intensivas en Materias Primas.
 c) En el caso de Chile y de México, los adelantos más 
          destacables en materia de exportaciones intrarregionales se presenta 
          en Materias Primas y Combustibles. En segunda instancia, aunque con 
          dimensiones mucho más reducidas figuras las exportaciones de 
          bienes relacionados con la producción agraria. d) En el caso de Venezuela, los avances más destacados 
          se presentan a la exportación originada en el sector agrícola.
 10. Algunas conclusiones de interés.  De los temas que hemos ido planteando en párrafos anteriores pueden 
        extraerse algunas conclusiones que vale la pena explicitar:   
        a) Las inversiones de los países latinoamericanos de 
          la muestra parecen irse concentrando (por su numero) en actividades 
          ya existentes y sobre las que se basé la etapa de substitución 
          de importaciones industriales: Químicos y derivados del petróleo, 
          Metales y Maquinarias y Metálica Básica. Una novedad en 
          este terreno es la aparición de un sector "tradicional" 
          como los Alimentos y Bebidas. Vale la pena notar que en su gran mayoría los proyectos de inversión 
          corresponden a actividades intensivas en mano de obra calificada. b) Una óptica algo distinta se .obtiene si se separan 
          los proyectos entre los que corresponden a instalaciones nuevas y los 
          que corresponden a ampliaciones, modernización, etc. Observando en qué rubros se destacan las inversiones nuevas 
          se des tacan, además de los mencionados anteriormente, la Industria 
          Maderera, los Minerales no Metálicos y Tejidos y Cueros. Esto 
          implicaría una cierta re-orientación de la estructura 
          productiva industrial en el sentido de fortalecer algunas de las actividades 
          industriales basados en los recursos locales.  
        c) Con respecto de las exportaciones intra-regionales, lo que 
          hemos observado es que si bien la mayoría de los países 
          del área continua apoyándose, para su comercio externo, 
          en las actividades relacionadas directamente con los recursos naturales 
          (agricultura, minería), sin embargo se han experimentado, especialmente 
          en la ALALC, importantes avances en la exportación de productos 
          de la industria manufacturera. El apoyo de las inversiones mencionadas 
          previamente podría dar lugar a que se ampliara el panorama del 
          intercambio intra-regional incluyendo no solo las actividades capital-intensivas 
          relacionadas con la estrategia de substitución de importaciones, 
          sino también la relacionada con la colocación de productos 
          manufacturados basados en el empleo de recursos naturales disponibles 
          en mayor abundancia, según el país. 11. El proceso de industrialización y de intercambio intra-regional 
        latinoamericano se dio principalmente dentro de los límites de 
        la estrategia de substitución de importaciones industriales que 
        se fuera consolidando a lo largo de las décadas del cincuenta y 
        el sesenta. Esta estrategia basada esencialmente en la producción 
        manufacturera para los mercados locales dé cada país se 
        apoyaba esencialmente en la existencia de barreras arancelarias destinadas 
        a mantener condiciones, propicias para la producción substitutiva 
        destinada al consumo doméstico. Las importaciones de bienes de 
        equipos y de insumos estaban destinadas a dar apoyo a las industrias substitutivas. La orientación hacia los mercados externos de esta industria "substitutiva" 
        se apoyo en dos tipos de formulas:  
        a) Arreglos regionales, principalmente ligados con acuerdos 
          intra-empresas y de negociación anual lo que, aun dentro de las 
          limitaciones que el sistema suponía, permitió lograr muchos 
          de los avances en el comercio manufacturero intra-regional a que hemos 
          hecho referencia. Estos avances, sin embargo, no fueron los suficientemente 
          rápidos ni amplios como para permitir los beneficios de las economías 
          de escala a actividades que por definición requieren mercados 
          amplios como para fructificar económicamente a la medida que 
          pudiera esperarse. Estos arreglos regionales, predominantemente estuvieron ligados a las 
          actividades "modernas" capital intensivas (y con uso abundante 
          de insumos importados y de mano de obra calificada). En general las 
          limitaciones a la expansión del comercio estuvieron dadas por 
          la similaridad y competitividad de los productos elaborados. Es necesario reconocer que la substitución de importaciones 
          industriales "repitió" país por país, 
          y en la medida en que el tamaño de mercado local lo permitió, 
          las mismas estructuras de reemplazo de las importaciones de bienes previamente 
          traídos del exterior y que, entre los países de similar 
          nivel de ingreso, eran esencialmente los mismos.  
        b) Envíes al exterior, especialmente hacia los países 
          más desarrolla dos, y predominantemente por convenio intra-empresas, 
          con el apoyo de subsidios y reintegros de bienes industrializados sólo 
          algunos países (Brasil, México, por ejemplo) lograron 
          realizar avances en este sentido. Es interesante observar que la otra estrategia alternativa (industrialización 
          exodirigida) que comenzó a desarrollarse en algunos países 
          de la región, esencialmente fue destinada a concretar ciertas 
          posibilidades de complementariedad industrial con países más 
          desarrollados. La estrategia exodirigida se orientó fundamentalmente 
          hacia los países más desarrollados, no hacia América 
          Latina. La estrategia "exodirigida" que comentamos se orientó 
        en diversas formas:  
        a) En algunos casos adoptó la forma de la "maquila" 
          mexicana. Es decir que, por la vía de la subcontratación 
          internacional y aprovechando o bien las ventajas de un recurso barato 
          (mamo de obra, por ejemplo) o la existencia de adecuados subsidios, 
          se procedió al armado de piezas, con insumos importados, que 
          posteriormente son enviados al país de origen de los insumos 
          para su armado final. b) En otros casos, apoyándose en la existencia de recursos 
          naturales, desarrollo de actividades anteriormente "tradicionales", 
          para su exportación a países más desarrollados 
          (muebles, tejidos, por ejemplo). En general, esta estrategia partió de las posibilidades de otorgar 
          algunas formas de subsidio por parte del Estado, y de acuerdos aran 
          celarlos que permitieran entrar las materias primas con bajos recargos 
          y que permitieran el ingreso de las piezas desarmadas en el país 
          importador final. Naturalmente, que al efectuar este rápido recorrido por las 
          estrategias de producción industrial y de comercio exterior de 
          los distintos países de América Latina dejamos de lado 
          muchos detalles que pudieran ser de interés. Lo que nos importa 
          destacar es que la estrategia de "substitución de importaciones" 
          en la medida en que resultó exportador, fundamentalmente dio 
          origen a un cierto comercio intra latinoamericano, importante, pero 
          sofocado por la falta de complementariedad y por la tortuosidad de los 
          acuerdos con que estuvo relacionado. En cambio, la industrialización 
          "exo dirigida" que lograra adelantos substanciales en algunos 
          países de la región, quedo a buena medida concentrado 
          en el comercio con los mas desarrollados con los que las complementariedades 
          comerciales resultaban más definidas (intra-empresa o entre países). Tal vez, una política "exodirigida", orientada hacia 
          latinoamérica podría hacer fructificar los adelantos ya 
          conquistados en el intercambio de manufacturas, al mismo tiempo que 
          se consolidan ciertas posibles complementariedades y se dan impulso 
          al intercambio de bienes entre países del área. Esta alternativa 
          podría resultar de interés, teniendo en cuenta las dificultades 
          de progreso económico que experimentan los países más 
          desarrollados a que hemos hecho referencia previamente. 12. Algunas alternativas de intercambio de Argentina con América 
        Latina.  En las páginas anteriores hemos hecho referencia a las tendencias 
        de la inversión y el comercio intra latinoamericano. Al hacerlo 
        mencionamos; en varias oportunidades al caso de la República Argentina. 
        En los párrafos que siguen procuraremos examinar con más 
        detalle algunas de las posibles vías de expansión del comercio 
        argentino con otros países de la región. Examinando los cambios en la estructura de las exportaciones totales 
        argentinas entre la década del sesenta y los primeros años 
        de la del setenta, tanto por país de destino como por la composición 
        de la canasta exportada, las conclusiones que en general se pueden extraer 
        son las siguientes; a) En cuanto a los productos: 
         La Argentina inicio la década del sesenta siendo esencialmente 
          un país exportador de productos alimenticio y de animales vivos 
          y ha continuado, siéndolo en. lo que ya de la década del 
          setenta. 
 En general en proporción de los envíos al exterior de 
          este tipo de productos sobre el total de lo exportado, ha oscilado entre 
          un 60 y un 70%.
 
 
 Las diferencias de interés en lo que se refiere al cambio 
          de la estructura de lo exportado hay que buscarlas en el 40% restante. 
          El examen de esta fracción muestra dos ejemplos relevantes: a) 
          se observa una reducción substancial en las exportaciones de 
          materiales crudos, no comestibles y b) se pone de manifiesto un aumento 
          en las exportaciones (9.2% en 1963 a 13,5% en la década del 70) 
          de maquinarias y materiales de transporte; en la exportación 
          de productos químicos (2.4% a 4.0%) y de artículos manufacturados 
          diversos. b) En cuanto a los países de destino
 Las observaciones que se pueden efectuar sobre la base de loé datos 
        disponibles son las siguientes:
 
         En primer lugar cae la participación de las exportaciones 
          destinadas a Europa Occidental.
 
 Se observa una cierta caída en los envíos a los Estados 
          Unidos y un cierto ascenso en el comercio con Europa Oriental y Asia.
 
 Pero especialmente lo que se destaca es la elevación en los 
          envíos efectuados a América Latina. Los países 
          de la región resultaron no solo un mercado de creciente importancia 
          para la Argentina, sino que este abrió al país la posibilidad 
          de alcanzar relativamente importantes adelantos en la exportación 
          de bienes manufacturados (maquinarias, material de transportes, productos 
          químicos). 13. Recalcando algunos temas a los que ya nos hemos referido previamente, 
        conviene señalar que ha sido en las exportaciones de bienes intensivos 
        en mano de obra calificada donde la Argentina ha encontrado una vía 
        estimulante para la colocación de sus manufacturas en el exterior. 
        Esto ha sido particularmente cierto en lo que se refiere a sus envíos 
        dé bienes al mercado latinoamericano. 14. Algunas opciones abiertas a la Argentina: Sobre la base de todo lo 
        expuesto pueden establecerse algunas líneas de acción comercial 
        argentina que pudieran fructificar en América Latina:   
        a) Por un lado, seguramente se continuará dentro de los 
          causes tradicionales (alimentos y bienes de origen agrícola-ganadero) 
          del comercio del país, expandiéndolos de ser posible. b) Por otra parte es posible facilitar el enganche de la economía 
          industrial argentina en formulas del subcontratación internacional, 
          ya sea con orientación hacia el resto del mundo, ya sea con orientación 
          específica hacia otros países en desarrollo - de América 
          Latina, en particular. Ya existe experiencia exitosa sobre el particular. 
          En alguna medida el comercio intra-regional de manufactura se realiza 
          por las vías de convenios intra-europeos. c) Además, resulta claro de los antecedentes expuestos 
          que el país ha logrado ciertos avances en la colocación 
          de manufacturas terminadas (especialmente las intensivas en mano de 
          obra calificada) en los países de América Latina. No hay 
          que olvidar que la región representa un mercado de 320 millones 
          de habitantes (1976), con un PBI per cápita promedio del 13% 
          y colocado por encima del resto del grupo de países de desarrollo 
          intermedio. d) Finalmente, otras de las áreas en que la Argentina 
          podría lograr avances en el comercio exterior intra regional 
          corresponde al relacionado con la transferencia de tecnología 
          "plantas llave en mano" La experiencia existente en la materia 
          en la Argentina es exitosa y promisoria de nuevas y valiosas oportunidades. Javier Villanueva (*)Instituto Torcuato Di Tella
 Buenos Aires, setiembre de 1979
  
      (*) Agradezco la valiosa colaboración de la Lic. Silvia Fernández.
 
 
  NOTAS:  [1] Un examen del trabajo de Leontief (Wassily W.Leontief, et al.: The 
        Future of the World Economy, New York, 1977) sugiere una tasa de crecimiento 
        mayor (7.3%) para los países latinoamericanos que para Europa Occidental 
        (3.2) ó Estados Unidos de Norteamérica (3.2) para el período 
        1970-2000.
 [2] En general, el ritmo de crecimiento del comercio intrazonal latinoamericano 
        ha sido elevado: 1961: menos del 5.85% del comercio global de los países 
        de la región; 1977: alcanza casi el 14%.
 
 [3] Véanse detalles del método seguido en: J. Villanueva: 
        "La inversión industrial en América Latina"; Revista 
        de Integración Latinoamericana, Abril de 1978.
 [4] Hemos utilizado al efecto la clasificación de Bohuslav Hermán: 
        The Optimal International División of Labour"; Ginebra, 1975. [5] Se incluye en el 65%: Metálicos y Maquinarias; Químicos 
        y Derivados; Metálicos Básicos y Alimenticios. Esta ultima 
        actividad resulta intensiva en el uso de mano de obra calificada al ser 
        comparada con la Industria Maderera, Textiles y Cuero y Minerales no Metálicos.(ver 
        B.Hermán, opus cit.). En el caso de retirar a la Industria Alimenticia 
        del grupo de actividades intensivas en manos de obra calificadas, aún 
        resultaría relativamente importante el número de proyectos 
        relacionados con el uso amplío de mano de obra de mayor entrenamiento. [6] Para datos sobre el método empleado vean: Javier Villanueva: 
        "Cambios en la estructuraa de las exportaciones instralatinoamericanas, 
        1960-1973"; Revista de Integración Latinoamericana, septiembre 
        de 1979. |  
  
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    | Félix Peña es Director 
        del Instituto de Comercio Internacional de la Fundación ICBC; Director 
        de la Maestría en Relaciones Comerciales Internacionales de la 
        Universidad Nacional de Tres de Febrero (UNTREF); Miembro del Comité 
        Ejecutivo del Consejo Argentino para las Relaciones Internacionales (CARI). 
        Miembro del Brains Trust del Evian Group. Ampliar 
        trayectoria. |  
 
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