| Es buen momento para iniciativas audaces. El impulso a la alianza estratégica 
        entre la Argentina y Brasil brinda la oportunidad para el desarrollo de 
        una agenda que trascienda lo económico, abarcando cuestiones de 
        política internacional y de seguridad.  Tal agenda será sólida y sustentable en la medida en que 
        se desarrolle un espacio económico común asentado en reglas 
        de juego que penetren la realidad, tomando en cuenta asimetrías 
        de poder relativo y de dimensión económica entre los socios. 
       Una transformación productiva conjunta con dimensión social 
        requiere que quienes inviertan estén convencidos de que sus productos 
        y servicios tengan acceso asegurado a los respectivos mercados y que se 
        eviten situaciones que desnivelen el campo de juego. Para ello es necesario 
        garantizar la efectividad de reglas claras y simples, incluyendo su flexibilización 
        en situaciones transitorias originadas, por ejemplo, en variaciones pronunciadas 
        de las respectivas paridades cambiarias.  Que las reglas se nutran de la participación ciudadana es condición 
        necesaria -aunque no suficiente- para un Mercosur orientado por reglas 
        y no sólo por relaciones de poder. Un Parlamento del Mercosur puede 
        contribuir a ello. De allí que la iniciativa de crearlo podría 
        ser un paso en la dirección correcta.  Para ir instrumentando Pero mientras tal iniciativa penetre en la realidad, tres ideas concretas 
        pueden ser útiles. Son de efecto inmediato, complementan la del 
        Parlamento y tienen bajo costo. Contribuirían a que los ciudadanos 
        se identifiquen con la idea de una región común. Acreditarían 
        la imagen de un Mercosur transparente y participativo. Su objetivo sería 
        acrecentar los canales de participación de la sociedad civil en 
        la creación y aplicación de las reglas del juego del Mercosur, 
        asegurando una mayor transparencia a través del aprovechamiento 
        de todo el potencial que brinda Internet.
 Una primera idea es la de introducir sustanciales mejoras a la página 
        web oficial del Mercosur ( www.mercosur.org.uy 
        ). Recientemente se han efectuado progresos. Pero aún dista de 
        ser un instrumento de trabajo de la calidad de las páginas web 
        de la Unión Europea ( www.europa.eu.int 
        ) o de la OMC ( www.wto.org 
        ). Toda la información debería encontrarse allí, 
        incluyendo el material que permita a cualquier ciudadano y a las organizaciones 
        no gubernamentales acceder a antecedentes, conceptos, datos, informes 
        y estudios relevantes. Facilitaría el trabajo del periodismo, en 
        su función irremplazable de conectar realidad y opinión 
        pública. Una segunda idea es incorporar la figura del "ombudsman" 
        del Mercosur como defensor de los intereses de la sociedad civil.  Se podría comenzar instalando en la página web del Mercosur 
        un "libro de quejas electrónico", que permita reenviar 
        las inquietudes de ciudadanos y sus organizaciones para la respuesta de 
        funcionarios responsables, plenamente identificados, incluyendo sus direcciones 
        de e-mail.  La tercera idea sería incluir en la página web oficial 
        todos los anexos de las actas de las reuniones y los proyectos de nuevas 
        reglas, abriendo un período para que los interesados den su opinión. 
        Hoy, este material es, en general, reservado.  Abrir el proceso de creación de reglas de juego del bloque a los 
        ciudadanos permitiría acrecentar la transparencia necesaria para 
        asegurar la legitimidad social del proceso. Permitiría, además, 
        preparar el terreno para la acción del futuro Parlamento del Mercosur. |