| Una mirada moderna sobre el comercio no distingue nacionalidades ni países 
        de origen.  Hoy existen marcas.  Hay integración global de cadenas de producción.  No alcanza con viajar, conocer a los clientes y certificar calidad.  Hoy la red de alianzas necesarias multiplicó su complejidad y 
        los países se transformaron en plataformas de exportación 
        para productos cuyas partes provienen de distintos rincones del mundo. 
       Es el tiempo de la internacionalización.  No importa el tamaño de la empresa, su facturación o el 
        sitio del planeta en el que se encuentre, cada vez será más 
        habitual escuchar este término.  Algunos creen que se trata de una suerte de Globalización 2.0, 
        emulando el salto cualitativo que significó el surgimiento de Internet 
        2.0; otros prefieren describir el fenómeno como un cambio cultural. 
       Más allá de las definiciones, lo importante parece ser 
        tener una "perspectiva global", pensar de forma global, internacional. 
       Ignacio Peña, socio de Boston Consulting Group, lo explica de 
        un modo muy sencillo: "Es un fenómeno que empieza con tu cabeza. 
        Si entendés lo que pasa en el mundo, aunque operes desde tu país, 
        tenés visión internacional".  Una definición "más académica" dirá 
        que se entiende por internacionalización todo conjunto de operaciones 
        que facilitan los vínculos más o menos estables entre la 
        empresa y los mercados internacionales a lo largo de un proceso de creciente 
        implicación y proyección internacional.  Traducido: existen varias vías o padrones de internacionalización. 
       Si bien la exportación aparece como el camino típico, tener 
        representantes en el exterior, invertir afuera o recibir inversión 
        extranjera, o elaborar un producto con piezas fabricadas y adquiridas 
        en otros sitios del mundo son otras opciones válidas.  Según Dante Sica, director de Abeceb.com, la empresa debe entender 
        la internacionalización como "un proceso de compromiso creciente 
        de aprendizaje, basado en la acumulación de conocimientos y en 
        el aumento de recursos comprometidos en los mercados exteriores, estableciendo 
        un cambio estructural hacia la producción intensiva en tecnología 
        y conocimiento, lo que permitirá expandir sus redes productivas". 
       Estamos aquí frente a procesos productivos culturales, más 
        que físicos. Es decir, se produce pensando en estrategias de competidores 
        internacionales y no sólo porque uno es experto en lo que hace. 
        "El proceso de internacionalización implica adoptar una decisión 
        estratégica que conduce a la creación de competitividad 
        global de estas empresas", dice Sica.  Ampliación del juego  Hasta ahora, las protagonistas principales de este fenómeno fueron 
        grandes compañías de los países desarrollados. Ahora, 
        un importante grupo de empresas de economías emergentes se sumó 
        a la lista.  El denominado BRIC, sigla creada por un economista de Goldman Sachs para 
        identificar a las economías emergentes de Brasil, Rusia, India 
        y China, lleva la bandera.  Se trata de naciones con ciertas características en común: 
        una enorme población (los dos primeros superan los cien millones, 
        China e India, los mil millones), un gran territorio, recursos naturales, 
        y cifras de crecimiento de su economía y de participación 
        en el comercio mundial elevadas.  Boston Consulting Group realizó un estudio sobre "Los nuevos 
        jugadores globales" en el que analiza y explica cómo las 100 
        compañías top basadas en economías de rápido 
        desarrollo como Brasil, Chile, India y Rusia, con ambiciosos líderes, 
        bajos costos y productos y servicios atractivos, se están expandiendo 
        más allá de los océanos y transformando de modo radical 
        la industria y los mercados del mundo.  Destaca que esas empresas están empezando a tener buenas posiciones 
        en mercados desarrollados y lucrativos y han establecido cabeceras de 
        playa en otros países de su misma categoría.  El trabajo, que se expuso durante un seminario en la Fundación 
        Standard Bank, explica que en conjunto esas 100 compañías 
        generan ventas por 710.000 millones de dólares -lo que equivale 
        al PBI de Canadá-, que tienen activos fijos equivalentes a los 
        de los 20 mayores fabricantes de automóviles, emplean a 4,6 millones 
        de personas y están concentrados en China, India, Brasil y México. 
       Si bien destaca que utilizan cada vez más agresivamente las adquisiciones, 
        describe diferentes modelos de internacionalización. Durante la 
        presentación que realizó en la Fundación, Ignacio 
        Peña citó algunos ejemplos concretos al referirse a compañías 
        brasileñas:  
        Internacionalizar marcas locales, como la empresa de cosmética 
          Natura.Liderar globalmente categorías específicas, como Weg 
          (automatización).Internacionalizar modelos de negocios exitosos, como la acerera Gerdau.Ampliar el acceso a materias primas, como Petrobras.Monetizar recursos naturales abundantes, como Sadia. Transformar tecnología local en innovación global, como 
          la empresa de aviación Embraer.  Según dijo Peña, existen alrededor de 3000 empresas de 
        mercados emergentes que se están internacionalizando.  "La principal palanca para crear valor en la empresa es el crecimiento. 
        Si se tiene éxito en el mercado local, se crece hasta llegar a 
        un límite que sólo se puede superar pasando al mercado internacional", 
        sostuvo.  Las ventajas del tamaño  Ignacio Peña comentó que el estudio habla de las 100 mayores 
        empresas, y que el tamaño de los mercados de los países 
        del BRIC hace que exista "un ecosistema más propicio para 
        desarrollar grandes empresas".  Según dijo, una de las principales ventajas de los países 
        grandes es que están más acostumbrados a lidiar con la diversidad. 
       Sergio Amaral, otro de los panelistas del seminario, destacó: 
        "Para salir es fundamental tener una visión estratégica 
        sobre los cambios del mundo, tener en cuenta la diversidad cultural". 
       El ex ministro del presidente de Brasil Fernando Henrique Cardoso distingue 
        tres momentos en la internacionalización de su país.  El primero, en los 80, con la apertura económica. Recordó 
        que por entonces había en Brasil más de 2000 productos con 
        un 50% de arancel.  La segunda etapa, en los 90, cuando se eliminó la prohibición 
        constitucional para que los extranjeros pudieran invertir en sectores 
        estratégicos como la exploración de petróleo o la 
        informática.  Y el tercer momento, "ahora", que se caracteriza por la calidad. 
       "Debemos exportar más, pero mejor, con más valor agregado. 
        Atraer inversores que nos vean como una plataforma para exportar. Para 
        las empresas no existen las divisiones geográficas: van donde les 
        resulta más conveniente", sostuvo Amaral.  Durante la exposición explicó que una de las cosas que 
        define a la globalización es la posibilidad de tener procesos productivos 
        integrados en escala mundial, pero al mismo tiempo hay una descomposición 
        de esa cadena.  En esa etapa de "descomposición" es donde se define 
        quiénes se llevarán la mayor tajada de la globalización. 
        Algunos países se quedan con la parte de la cadena de producción 
        de menor valor agregado; otros, con la punta opuesta. Citó como 
        ejemplo la elaboración de una raqueta de madera en la que un mercado 
        es el proveedor de la materia prima y otro, el de la tecnología 
        para fabricarla.  "Quedarse con los segmentos de mayor valor agregado es el gran desafío 
        de la globalización", concluyó.  Por su parte, Marcela Cristini, economista senior de FIEL, define a la 
        internacionalización como un "proceso sofisticado" que 
        implica el armado de políticas estratégicas, la reasignación 
        de fondos y de personal, y que demanda un gran dinamismo de parte de las 
        empresas.  Inspiración automotriz  Para Bernardo Kosacoff, director de la Oficina de Buenos Aires de la 
        Comisión Económica para América latina y el Caribe 
        (Cepal), la internacionalización "es la modalidad más 
        compleja de fundirse en el espacio internacional".  El economista describió a LA NACION dos modelos diferentes de 
        internacionalización.  El primero, denominado "fordista" (en alusión a la empresa 
        automotriz Ford), vigente en tiempos de economías cerradas. El 
        sistema para superar las trabas fue el de multiplantas que se creaban 
        en los mercados cerrados y que fabricaban un modelo determinado, como 
        el Falcon en la Argentina, recordó.  La segunda etapa, a la que llamó "toyotismo" (por Toyota), 
        consiste en un nuevo modelo de producción en el que existen grandes 
        cadenas globales de valores: se hace un mismo producto para todo el mundo 
        pero fragmentando su producción (diferentes partes en diferentes 
        mercados).  Luego lamentó que en la actualidad existan en la Argentina "pocos 
        productos globales" y recordó que nuestro país fue 
        en los años 20 uno de los primeros en engendrar multinacionales: 
        Siam, Alpargatas y Bunge y Born.  ¿Cuál es el papel del Estado en el proceso de internacionalización?, 
        preguntó LA NACION.  Félix Peña, director del Instituto de Comercio Internacional 
        de la Fundación Standard Bank, respondió: "Los gobiernos 
        tienen un papel importante para generar un ambiente de negocios que no 
        sea predatorio, sino que promueva a sus empresas".  Sica cree que "para apalancar a una empresa, el Estado debe tener 
        una visión estratégica, cosa que hoy está ausente". 
       El director de Abeceb.com agrega que dar un marco socioeconómico 
        estable es necesario pero no suficiente, y que el apoyo público 
        debe contemplar, entre otras cosas, el desarrollo de infraestructura para 
        mejorar la logística de un país.  Cuando la consulta se orientó a la razón por la cual la 
        Argentina -habiendo sido un país pionero en la internacionalización 
        de empresas entre las naciones en vías de desarrollo- hoy tiene 
        contados casos, Félix Peña lo atribuye a "la historia 
        ciclotímica del país". Dice que "los altibajos 
        de la economía debilitaron las posibilidades de empresas nacionales 
        que terminaron siendo compradas por firmas extranjeras".  Asimismo, Sica explica que el país tiene "una estructura 
        tipo boutique" y que el fenómeno de la internacionalización 
        queda por ahora restringido, a lo sumo, a empresas medianas, no a sectores. 
        "En los últimos 30 años la volatilidad caracterizó 
        a la Argentina. Si bien es cierto que en Brasil el escenario no fue muy 
        distinto, ellos tuvieron políticas de Estado que les dieron mayor 
        estabilidad".  El avance del fenómeno de internacionalización y las últimas 
        adquisiciones de empresas argentinas por parte de grupos brasileños 
        generan cierto grado de temor en algunos sectores locales.  "La internacionalización de unos no impide la de otros. La 
        Argentina tiene una historia muy importante en el tema: fue el primer 
        país latinoamericano que tuvo multinacionales, en los 60. Si pudimos 
        hacerlo antes, ¿por qué no ahora? Es importante pensar de 
        manera positiva y mirar casos como el de Chile, que está repleto 
        de empresas chicas con visión internacional", dijo Ignacio 
        Peña.  Sica, a su turno, sostuvo: "No me asusta la compra de empresas nacionales 
        por parte de firmas extranjeras. Hay que mirar todo, en el rubro de servicios, 
        por ejemplo, las inversiones locales desplazan a las foráneas. 
        La cuestión central es saber por qué nuestras empresas no 
        se solidifican".  La internacionalización está entre nosotros. El fenómeno 
        cambiará la manera de exportar, importar y hacer negocios de todo 
        el mundo.  Quienes lo reconozcan y sepan incorporar los cambios culturales que, 
        como en un combo, vienen incluidos en el modelo, estarán mejor 
        preparados para sobrevivir en el nuevo escenario. Selección: cómo surgieron las 100  Boston Consulting Group seleccionó las 100 compañías 
        top de economías de rápido desarrollo luego de haber analizado 
        más de 3000 casos de empresas basadas en los 12 países más 
        grandes de la categoría, basados en el tamaño de sus economías, 
        el valor de sus exportaciones y la inversión extranjera directa 
        que tuvieran.  El listado inicial incluyó a Brasil, China, República Checa, 
        Hungría, India, Indonesia, Malasia, México, Polonia, Rusia, 
        Tailandia y Turquía.  El estudio analiza, entre otras cuestiones, cuáles son las principales 
        empresas que se están internacionalizando desde países emergentes, 
        cuán globales son, qué modelos de internacionalización 
        utilizan y en qué industrias actúan.  Respecto del origen, del total seleccionado, las primeras posiciones 
        son ocupadas por 44 chinas, 21 indias, 12 brasileñas, 7 rusas y 
        6 mexicanas.  Uno de los aspectos que se describe es que los global challengers (jugadores 
        globales) están realizando cada vez más adquisiciones para 
        viabilizar su crecimiento internacional.  Mientras que en 1988 entre las 100 empresas seleccionadas sólo 
        se registraron dos operaciones de este tipo, la cifra trepó a 59 
        en 2005.  En el sitio de Boston Consulting Group ( http://www.bcg.com 
        ) pueden consultarse, de forma gratuita, varios estudios relacionados 
        con el tema.  Datos: radiografía global Las 100 compañías definidas por el Boston Consulting Group 
        como nuevos jugadores globales generan, en conjunto, ventas 
        por 710.000 millones de dólares, lo que equivale al PBI de Canadá. 
       Tienen activos fijos equivalentes a los de los 20 mayores fabricantes 
        de automóviles.  Emplean a 4,6 millones de personas  Están concentrados en China, India, Brasil y México. Algunos casos  China International Marine Containers Group Company (China): tiene el 
        50 por ciento del mercado de contenedores marítimos del mundo. 
       DBYD Company (China): es la compañía más grande 
        del mundo de baterías de niquel y tiene el 23% del mercado de baterías 
        de celulares del mundo.  Cemex (México): una de las más grandes productoras de cemento 
        del mundo, fue fundada en 1906. Hoy tiene operaciones en más de 
        50 países.  Ranbaxy Pharmaceuticals (India): está entre las diez principales 
        empresas de medicamentos genéricos del mundo. Tiene presencia en 
        49 países de los cinco continentes. |